Vida consagrada y longevidad

P. Arnaldo Pangrazzi, religioso Camilo edita en Frontera Hegian su nuevo libro, Vida consagrada y longevidad Escenarios sobre las etapas de la vida; una propuesta que permite revisar la importancia de prepararse para la vejez en la vida religiosa. Este texto puede encontrarse en lengua castellana e italiana.

Es un texto muy rico y práctico para toda personas que acompaña o quiere comprender mejor el proceso de envejecimiento en la vida religiosa y cómo afrontar lo desafíos que presenta. Es una realidad que la vida religiosa en España está envejeciendo y para todas las congregaciones e institutos es fundamental mirar de frente este reto que requiere de importantes cuidados y transformaciones en la manera de vivir la misión carismática.

Repasa las claves de pertenencia a la comunidad, la importancia de preparar la etapa final de la vida para prevenir dificultades, como vivir la espiritualidad y la misión en la vejez y cuando la limitación se hace presente la vida de los religiosos y religiosas; el abordaje del acompañamiento del final de la vida y finalmente destacar el núcleo de las relaciones como esencia de sentido y objetivo prioritario a cuidar. 

Animamos a descubrir este texto evocador y práctico en esta colección dedicada a la formación permanente de la vida religiosa y los retos que tiene que ir afrontando en su caminar en la construcción del Reino de Dios.

Encuentro, escucha y misión: el Superior Provincial visita las comunidades camilianas

El Hno. José Carlos Bermejo, religioso camilo, ha sido oficialmente renovado como Superior Provincial de la Provincia Española de los Religiosos Camilos, que comprende también la presencia camiliana en Argentina.

Su reelección, tras el escrutinio realizado entre los religiosos de la Provincia, ha sido ratificada por el Superior General de la Orden, P. Pedro Tramontin, con el consentimiento de su Consulta y la aprobación escrita del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, conforme a lo establecido en la normativa vigente.

La ratificación por parte del Dicasterio tuvo lugar el pasado lunes 14 de julio, fecha especialmente significativa para toda la Familia Camiliana al coincidir con la fiesta litúrgica de San Camilo de Lelis, fundador de la Orden y patrono de los enfermos, hospitales y profesionales de la salud.

Ese mismo día, el Hno. José Carlos tomó posesión de su cargo en la Comunidad de Vagues (San Antonio de Areco, Argentina), donde se encontraba realizando una visita pastoral.

Con el deseo de aprovechar el tiempo y estrechar lazos con las comunidades locales, José Carlos ha recorrido durante las últimas semanas las diferentes comunidades camilianas de la Provincia Española, iniciando por Valencia (26 y 27 de junio), Tres Cantos (29 y 30 de junio), Sevilla (1 al 3 de julio), San Pere de Ribes (5 al 7 de julio) y Barcelona (8 y 9 de julio). Finalmente, del 13 al 17 de julio, ha visitado la Comunidad de Vagues (Argentina), donde ha celebrado la festividad de San Camilo con los camilos que acompañan y cuidan con dedicación a personas con discapacidad.

En San Antonio de Areco, además de compartir con los religiosos camilos, Bermejo ha celebrado la fiesta de San Camilo junto a los religiosos y Mons. Rubén Frassia, obispo emérito de Avellaneda-Lanús.

Durante su estancia, el Hno. José Carlos ha concedido una entrevista al periodista Gabriel Eterovich para el programa “El otro micrófono” de Radio FM Origen Areco, que será emitida en los próximo días. Asimismo, ha mantenido encuentros con las señoras Gricel y Flavia, en vistas a una posible participación en la Academia de Líderes Católicos y a una futura colaboración entre el Centro de Humanización de la Salud y la Universidad del Salvador en Argentina.

Durante su recorrido por el país, visitó también las instalaciones de la antigua comunidad camiliana de Ávalos, donde actualmente funciona la Cooperativa Alicia, gestionada por la municipalidad, que acoge a 70 personas en situación de calle.

Además, se reunió con la fundadora de la Residencia Bendita Victoria, un hogar para 40 personas mayores gestionado por una empresa privada (SRL).

En un clima de fraternidad, compartió momentos especialmente significativos con las Hijas de San Camilo, en particular con Sor Herminia Díguez, con quien cursó la licenciatura en Pastoral de la Salud en el Camillianum (Roma), y con Graciela Guzmán, Superiora Provincial de las camilas en Argentina. También se encontró con otras religiosas en la Clínica Tezza, donde las camilas continúan su servicio a los enfermos.

La renovación del Hno. José Carlos Bermejo como Superior Provincial representa mucho más que un trámite institucional. Es un signo de confianza renovada por parte de la Orden hacia un religioso que encarna con profundidad el carisma camiliano.

Su estilo de liderazgo, marcado por una sensibilidad pastoral profunda, su compromiso por humanizar el cuidado y aliviar el sufrimiento, y su ternura en el encuentro con cada persona, son hoy reflejo vivo del espíritu de San Camilo en nuestra historia contemporánea.

Propuestas para el nuevo curso

El carisma camiliano se centra en cuidar y enseñar a cuidar, mediante la encarnación de esta misión construimos el Reino de Dios, viendo a Cristo en los enfermos y siendo Cristo a los enfermos.

Humanizar la salud pasa necesariamente por la formación de las personas que acompañan y cuidar a los que sufre. Los religiosos Camilos ofrecemos formación de la más alta calidad con los posgrados del Centro de Humanización de la Salud:

Máster en Counselling– El Counselling es un modelo de intervención y de comunicación, que permite acompañar una persona en situación de dificultad, a comprender qué le está ocurriendo, a identificar y a potenciar los cambios necesarios para afrontar un problema, a vivir sanamente lo que no pueda cambiar o a recorrer un camino de crecimiento personal.

Máster en Duelo- Formación en un sólido modelo de intervención fundamentado en las necesidades del doliente, junto con una base actitudinal de escucha, diálogo empático y acompañamiento incondicional, forman los pilares fundamentales para poder trabajar de manera integral, en la atención directa con la persona en situación de pérdida.

Posgrado en Cuidados Paliativos- La formación que proponemos pretende ofrecer unos conocimientos y herramientas útiles para mejorar la atención a la persona con enfermedad avanzada y a su familia, con el menor coste emocional posible para el profesional, recuperando aspectos propios del personal sanitario como son cuidar, aliviar, escuchar y acompañar.

Posgrado en Gestión de centros- Este posgrado te proporciona una formación actualizada, profesional y con años de experiencia en el sector, para capacitarte en la gestión de centros y coordinación de equipos de trabajo. Nuestra formación ofrece aprendizajes vinculados con un modelo de calidad que se centra en la atención personalizada e integral, la dignidad de la persona y el bienestar de los profesionales.

Te animamos a especializarte y aumentar tu formación en un centro referente en cuidados y que ofrece una experiencia de aprendizaje desde un sólido modelo teórico, la práctica de habilidades y herramientas de intervención con metodologías consolidadas como la cámara de Gesell,  la promoción de las relaciones hondas entre compañeros y profesorado.

El P. Arnaldo Pangrazzi visita la Viceprovincia de Vietnam para actividades formativas y espirituales

Del 29 de junio al 9 de julio, el P. Arnaldo Pangrazzi, miembro de la comunidad de Tres Cantos, realizó una estancia en la Viceprovincia de Vietnam de los religiosos camilos, participando activamente en diversas actividades formativas y pastorales.

Durante su visita en este país asiático, el P. Arnaldo dirigió los ejercicios espirituales para 25 religiosos, que se llevaron a cabo del 30 de junio al 4 de julio. Esta experiencia espiritual permitió profundizar en la vocación y compromiso ministerial siguiendo las huellas de San Camilo.

El 5 de julio, el P. Arnaldo se reunió con los responsables de Cáritas en Saigón, fortaleciendo la colaboración entre la Orden y esta importante institución de ayuda social.

Al día siguiente, 6 de julio, tuvo un encuentro con los trabajadores de la salud católicos en el Centro de Pastoral de la Diócesis de Saigón. Allí participó en la Eucaristía y ofreció una conferencia centrada en la dimensión camiliana del cuidado y el servicio.

Finalmente, el 9 de julio, participó en una jornada formativa junto a religiosos camilos y colaboradores sobre el conocimiento de la propia personalidad, una herramienta clave para el desarrollo personal y ministerial.

Estas actividades reflejan el compromiso constante de la Orden de los Ministros de los Enfermos con la enseñanza y la promoción del cuidado al estilo de San Camilo, reforzando así su servicio ministerial en Vietnam.

Compartimos a continuación el testimonio del P. Arnaldo durante su enriquecedora estadía en la Viceprovincia de Vietnam.

“El Espíritu Camiliano en Vietnam: Testimonio de Fe y Servicio”

Durante mis años de formación en Roma, tuve la oportunidad de conocer a varios religiosos camilos procedentes de Vietnam, tanto en el Camillianum como en otros centros académicos. Posteriormente, el reencuentro se dio en la comunidad de Tres Cantos, en Madrid, donde algunos de ellos habían llegado para colaborar con la provincia española. Al mismo tiempo, aprovechaban su estancia para continuar sus estudios de teología en Comillas o realizar formaciones prácticas en el Centro de Humanización de los Camilos.

Con el paso del tiempo, he podido percibir y confirmar en ellos una serie de rasgos comunes que los definen como comunidad religiosa: un estilo relacional marcado por la amabilidad y la cercanía, un espíritu camiliano muy arraigado, especialmente en el servicio a los que sufren, y una vida espiritual vivida con seriedad y coherencia. Su presencia activa en la vida comunitaria y su actitud cordial los hacen especialmente valorados tanto en el entorno religioso como en el asistencial.

Este carácter se ve reflejado también en la historia de su país, Vietnam, marcado por una profunda transformación sociopolítica. Tras un siglo de presencia francesa en Indochina y varios episodios de resistencia, el país vivió una prolongada guerra que culminó en 1975 con la retirada de Estados Unidos y la reunificación bajo el régimen comunista de Hanói. Aunque el control del Estado sigue siendo fuerte, especialmente en lo que respecta a la religión y la asistencia sanitaria, en las últimas dos décadas se ha percibido una cierta apertura, acompañada de un notable crecimiento económico y tecnológico.

Vietnam, con más de 100 millones de habitantes, ha emergido como una economía en auge, destacando por sus exportaciones de arroz, café, té y otros productos agrícolas. El desarrollo en áreas como la robótica, la ingeniería y la ciencia espacial lo convierten en un país cada vez más competitivo. A nivel religioso, aunque oficialmente es ateo, la práctica católica es intensa y visible, con iglesias llenas desde primeras horas del día y un notable número de vocaciones religiosas y sacerdotales. Este dinamismo espiritual lo convierte en uno de los países más prometedores para la Iglesia.

En este contexto, la presencia camiliana en Vietnam ha tomado fuerza. Desde 2024 es viceprovincia y mantiene religiosos no solo en su propio país, sino también en Tailandia, España, Taiwán e Italia. Cuenta con un sólido número de religiosos de votos perpetuos y en formación, muchos de los cuales tienen formación profesional previa en enfermería, medicina, fisioterapia o música, cumpliendo así uno de los requisitos de ingreso a la vida religiosa camiliana en el país.

Los servicios que prestan los camilos vietnamitas son diversos y profundamente enraizados en el carisma de la Orden: hospicios para enfermos terminales, orfanatos, residencias para personas con VIH/SIDA y clínicas diocesanas, todos ellos gestionados sin apoyo estatal y sostenidos únicamente por benefactores. Llama especialmente la atención el carácter completamente gratuito de sus servicios, así como la implicación directa de todos los religiosos —tanto profesos como novicios— en las tareas asistenciales y domésticas.

Su estilo de vida es austero y comunitario. No hay personal contratado para cocinar, limpiar o hacer las compras; todas estas tareas las realizan los propios religiosos, quienes también participan activamente en el cuidado de animales, la organización interna y la vida litúrgica. La jornada diaria empieza a las 4:00 de la mañana con la oración y finaliza a las 21:00 con el descanso, después de una intensa jornada de estudio, trabajo o apostolado.

Este ritmo de vida, profundamente camiliano, prioriza la acción, el servicio y la comunidad. No obstante, también se percibe una cierta necesidad de cultivar más el sentido crítico, la identidad personal y la expresión de la interioridad, aspectos que podrían enriquecer aún más su crecimiento humano y espiritual. Aun así, el testimonio que ofrecen es admirable: un modelo de vida religiosa comprometida, generosa y profundamente evangélica, que constituye una verdadera fuente de inspiración para toda la Orden camiliana.

José Carlos Bermejo es renovado como Superior Provincial de los Religiosos Camilos en España y Argentina

El Hno. José Carlos Bermejo, religioso camilo, ha sido oficialmente renovado como Superior Provincial de la Provincia Española de los Religiosos Camilos, que incluye también la presencia camiliana en Argentina. Su elección por parte de los religiosos de la Provincia ha sido ratificada por el Superior General de la Orden, P. Pedro Tramontin, con el consentimiento de su Consulta y el permiso escrito del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, tal como establece la normativa vigente.

La ratificación del Dicasterio tuvo lugar el pasado lunes 14 de julio, fecha especialmente significativa para la Orden, al coincidir con la fiesta litúrgica de San Camilo de Lelis, fundador de los religiosos camilos y patrono de los enfermos, hospitales y profesionales de la salud. José Carlos tomará posesión de cargo en la Comunidad de Vagues (Argentina) donde se encuentra de visita pastoral.

Una Provincia intercultural, unida en torno al carisma del cuidado

La Provincia Española está formada por 39 religiosos camilos de origen español, argentino, vietnamita, indio, burkinés, beninés y peruano. En Argentina, los camilos gestionan el Hogar San Camilo, dedicado al cuidado de personas con discapacidad, reconocido por su calidad asistencial. En España, el Centro San Camilo de Tres Cantos (Madrid) es una referencia nacional por su modelo de atención integral y por su impulso a la humanización de la salud, los cuidados paliativos, el counselling y el acompañamiento en duelo.

Además, los religiosos prestan asistencia espiritual en hospitales públicos de Valencia, Sevilla y Barcelona, y mantienen su presencia pastoral en el Hospital Sant Camil de Sant Pere de Ribes, ahora gestionado por el Consorci Sanitari Alt Penedès-Garraf. También lideran varias fundaciones dedicadas a la asistencia domiciliaria y el cuidado de religiosos mayores.

Un liderazgo basado en la fraternidad, el pensamiento y la acción

Durante el último trienio, el Hno. José Carlos ha promovido la colaboración interprovincial dentro de la Orden y ha insistido en el valor de la ternura en la vida fraterna. Su sensibilidad hacia los mayores se expresa en su modo de gobernar, reconociendo su historia de entrega, y su mirada hacia los jóvenes está centrada en la fidelidad al carisma y al dinamismo misionero.

Ha impulsado publicaciones en español sobre San Camilo de Lelis, motivando un mayor conocimiento de su figura y de su propuesta humanizadora. Sus mensajes, tanto escritos como en vídeo, han fortalecido la identidad y la cohesión de los religiosos camilos de la Provincia.

Una gestión con visión de futuro

En este nuevo mandato, José Carlos Bermejo revisará los liderazgos locales y potenciará la coordinación de los distintos puntos de misión, fomentando el espíritu sinodal entre los Superiores. Su intención es articular espacios de encuentro, formación y espiritualidad compartida, en torno a la belleza de la vocación al cuidado compasivo de los enfermos.

Todo ello lo realizará junto a un Consejo Provincial renovado, en coherencia con las orientaciones de la Orden y en comunión con la Iglesia.

Una figura de referencia en el mundo del cuidado

Además de su servicio como Superior Provincial, José Carlos Bermejo compatibiliza múltiples responsabilidades: es director general del Centro San Camilo y del Área de Humanización, presidente nato de las fundaciones asistenciales de los camilos, y docente universitario en Lisboa y Barcelona, donde dirige másteres y posgrados en counselling y duelo.

Participa habitualmente en congresos sanitarios, eclesiales y formativos. Colabora en comisiones como la Pontificia Comisión Bíblica o la Comisión para la Causa de los Santos en España, y acompaña procesos de formación del clero en diversas diócesis.

Es autor prolífico en temas de bioética, espiritualidad, duelo y humanización, con publicaciones en editoriales como Sal Terrae, PPC, San Pablo y Desclée. Fundó el primer Centro de Escucha especializado en duelo en España y actualmente coordina más de 40 centros en España y América Latina.
Trayectoria vocacional y académica

Nacido en Tordesillas (Valladolid) en 1963, ingresó en la Orden de los Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos) como seminarista  en Navarrete. Se formó en Zaragoza, realizó el noviciado en Sant Pere de Ribes y cursó la teología en Colmenar Viejo. Es doctor en teología pastoral sanitaria por el Camillianum (Roma), y ha completado estudios en bioética (Comillas), counselling y gestión (URL) y coaching (Francisco de Vitoria).

El p. Vu Anh Hoàng (Joseph)regresa a Vietnam tras dos años de entrega, alegría y misión compartida

Tras dos años de intensa vivencia y entrega en nuestra Provincia, el p. Vu Anh Hoàng (Joseph), religioso camilo procedente de la Viceprovincia de Vietnam, regresa a su país natal. Su estancia entre nosotros ha sido una experiencia profundamente enriquecedora, tanto para él como para la comunidad camiliana de España.

Desde su llegada a Tres Cantos el 16 de junio de 2023, el p. Joseph asumió con entusiasmo el reto de integrarse en una nueva cultura, aprender nuestro idioma y conocer de cerca la misión y el carisma que los religiosos Camilos desarrollan en España. En todo este tiempo, se ha hecho querer por su cercanía, su alegría contagiosa y su testimonio humilde y entregado.

Durante su estancia, ha ejercido su ministerio como capellán en el Centro San Camilo, donde ha acompañado con ternura, dedicación y presencia compasiva a residentes, enfermos, familias y profesionales. A pesar de las dificultades  con el idioma, el joseph no ha dejado de comunicar vida con gestos, sonrisas, cantos y palabras sencillas cargadas de afecto y espiritualidad.

También ha aprovechado este tiempo para formarse en el ámbito del acompañamiento emocional, cursando el Máster en Counselling, lo que ha profundizado aún más su capacidad de escucha y cercanía con quienes sufren.

Con su regreso a Vietnam, el p. Joseph asume ahora una nueva y significativa responsabilidad como director de una residencia para personas mayores. Este proyecto, que ha podido sacar adelante gracias a su ingenio, dedicación y espíritu incansable, ha contado con el apoyo generoso de innumerables benefactores. Su visión y compromiso con el cuidado de los más frágiles continúan dando frutos al otro lado del mundo, en consonancia con el carisma camiliano de servicio a los enfermos y a los que sufren.

Lo recordaremos con especial cariño por su creatividad musical y por aquella canción que se convirtió en su sello personal: “¡Comed, comed, comed! ¡Bebed, bebed, bebed!”, con la que, entre sonrisas y ritmo, se hacía cercano a residentes y enfermos, acompañándoles incluso en los momentos más delicados del final de la vida.

Con su partida, no solo despedimos a un hermano, sino que celebramos el regalo de estos dos años de fraternidad, de comunión camiliana y de crecimiento mutuo. Le agradecemos profundamente su testimonio sencillo y apasionado, su compromiso en el ministerio y su capacidad de tender puentes entre culturas.

¡Gracias, p. Vu Anh, por tu entrega, tu alegría y tu fidelidad al carisma camiliano! Te acompañamos con nuestra oración y afecto en este nuevo capítulo de tu vida y misión.

Inauguramos el espacio «laudato si» en San Camilo

El día de la Celebración de San Camilo en el Centro de Tres Cantos inauguramos el espacio Laudato sí, un anfiteatro al aire libre que permitirá ofrecer espacios formativos, de ocio y de celebración para todos los que pasen por San Camilo.

El nombre del espacio  que evoca el título de la carta encíclica del papa Francisco para el cuidado de la creación que cumple 10 años y quiere ser un lema que nos recuerde el cuidado de la creación y la naturaleza. Al estar integrado en el jardín del centro también puede ayudarnos a conectar con la potencia humanizadora de la creación y la mirada franciscana del encuentro con Dios en la creación y la fraternidad; como nos recuerda José Carlos Bermejo, provincial de los religiosos camilos en España, quiso ser franciscano y algo del su carisma le acompañó toda su vida de servicio a los enfermos con humilde entrega.

Este espacio también pretende evocar la imagen de la Grecia clásica, la cultura, el conocimiento y la humanización. Replicando un bajo relieve de la entrega de Hector por Aquiles a su padre Priamo, una imagen que devuelve un profunda reflexión sobre  el dolor, la compasión y la dignidad.

Dar la enhorabuena a todas las personas que han hecho posible el desarrollo de este espacio y que sea provechoso y humanizador para todo aquel que lo visite.

Podéis leer el texto completo que recoge todos los detalles y símbolos de este espacio pronunciado en su inauguración.

¡Celebremos la Fiesta de San Camilo, patrono de los enfermos y trabajadores de la salud!

El pasado 14 de julio, la Iglesia en todo el mundo se unió en alegría para honrar a San Camilo de Lellis, una figura extraordinaria cuya vida y legado dejaron una huella indeleble en el ámbito de la salud. Como fundador de la Orden de Ministros de los Enfermos, también conocidos como Religiosos Camilos, San Camilo se convirtió en un gran referente de la humanización de la salud y en un faro de esperanza para quienes sufrían.

San Camilo, reconocido como el «gigante de la caridad», dedicó su vida al servicio de los enfermos y de los más necesitados. Su amor incondicional hacia ellos y su incansable labor de cuidado y acompañamiento lo llevaron a ser considerado patrono de los trabajadores de la salud en todo el mundo, junto con San Juan de Dios.

Su ejemplo inspiró a muchos a ejercer su profesión con compasión, empatía y dedicación, recordando siempre que cada persona atendida es un ser humano valioso y digno de respeto.

La entrega de San Camilo también enseñó la importancia de la humanización de la salud. Comprendió que no se trataba solo de sanar cuerpos, sino también de ofrecer consuelo espiritual y apoyo emocional a quienes enfrentaban la enfermedad. Su enfoque integral en la atención médica recordó que el trato amable, la escucha atenta y el cuidado de la dimensión espiritual son aspectos esenciales para favorecer una verdadera sanación.

Las seis comunidades de los Religiosos Camilos celebraron esta fiesta con gran gozo, renovando su compromiso de seguir el legado de San Camilo con fidelidad, esperanza y entrega generosa al servicio de los enfermos.

Los últimos días de vida de Camilo….

La muerte de Camilo tuvo lugar en Roma, a los 64 años, en la casa de La Magdalena, que aún hoy se conserva como casa generalicia de la Orden.

El proceso final de Camilo no fue de unos días… Camilo se sintió particularmente débil unos meses antes, no pudiendo ir al hospital como los demás (como cuidador) y sintiendo envidia: “Dichosos vosotros, que habéis estado en aquella santa viña, sirviendo a los pobres enfermos”, les decía a sus compañeros que iban al hospital, al que él llamaba viña.

Un día de su última primavera en que el médico le dejó salir de la casa de la Magdalena, donde él tenía certeza de morir, pidió al carrocero que se dirigiera hacia el hospital del Espíritu Santo, que para él era el jardín donde se respira el aire que solo hay en el paraíso. Allí entró con ayuda de dos religiosos y conversó con los enfermos a los que les dio su bendición y expresó su deseo de estar siempre con ellos. Sentía una particular “atracción” hacia el hospital. Decía que tenía imán para él.

Durante los últimos meses, Camilo mendigaba apoyo espiritual al estilo de la época, solicitando que celebrase por él la Eucaristía e hicieran oraciones. Le visitaban y buscaban su bendición y su intercesión, así como el deseo de conservar algo suyo simbólicamente.

Camilo tuvo la posibilidad, en las últimas semanas de su vida, de despedirse por escrito con una Carta Testamento con algunas recomendaciones. En esta Carta Testamento, son claras las preocupaciones de Camilo al final de su vida y los deseos de morir cerrando el círculo biográfico. Con conciencia de continuidad para sí mismo en manos de Dios y de continuidad para la Orden, pide comunión espiritual, transmite su deseo de fidelidad en la pobreza y en la misión de la Orden de servir a los enfermos, así como expresa su deseo de que no se malogre la identidad hecha de religiosos sacerdotes y laicos, con su particular originalidad. Una herencia hermosa de un hombre apasionadamente entregado a la humanización del mundo del sufrimiento y conocedor de las vulnerabilidades de los religiosos y de la misma condición humana.

En los últimos días, ordenó que pintaran un cuadro, concretamente que se pintase un Cristo muerto en la cruz, y en la parte superior el Padre eterno, y el Espíritu Santo en forma de paloma en los lados, llenos de la sangre derramada por Jesús; y al pie de la cruz, María orando por Camilo.

El 6 de julio hizo que todos los padres y hermanos se sentaran, y habiendo pedido licencia al Padre General para decir algunas palabras, les exhortó a todos a la observancia del Instituto, en particular a la fervorosa caridad con los enfermos, a la unión y caridad entre sí mismos, a la pureza del corazón y del cuerpo, a la pobreza, obediencia y humildad, que no perdiesen el ánimo por las grandes borrascas y persecuciones que había vivido la Orden, porque todos los principios eran dificultosos. Al fin, derramando muchas lágrimas, según su biógrafo Sancio Cicatelli, dijo:

“Padres y hermanos míos, yo pido misericordia a Dios, y después demando perdón al Padre General y a todos los demás, de cualquier mal ejemplo que les haya dado en el pasado, asegurándoles que más ha procedido de mi poco saber, que de mala voluntad”. Y a todos, presentes y ausentes, les dio la bendición.

A continuación, el Padre General y los presentes le pidieron perdón y se despidieron entre lágrimas, besándole las manos.

Le trajeron el cuadro que había encargado, pero el confesor había hecho pintar al mismo padre Camilo arrodillado ante la cruz, junto a la Virgen. Camilo exclamó: “Señor, vos sabéis que no ha sido esta mi intención; pero como habéis querido que me pongan debajo de vuestros pies, y de la protección de vuestra Santísima Madre, sea para que yo espere más misericordia, y que me caiga alguna gota de vuestra sangre, que con abundancia me purifique” . Quiso acomodar el cuadro en lugar donde le pudiese ver para meditar el misterio que representaba, como hiciera San Agustín con los Salmos Penitenciales.

Le pidió al enfermero que cuando se muriese, que le repitiese palabras de esperanza hasta cuarto de hora después de muerto.

Según sus escritos, el 10 de julio Camilo confirma su Testamento espiritual que pediría que se lo pusieran al cuello después de muerto. Al demonio tentador le deja Camilo “todos los pecados y todas las ofensas que he cometido contra Dios”; al mundo, “todas las vanidades”; a Jesús, “mi alma”; a San Miguel Arcángel, “todo el intelecto”; a María Virgen y Madre, “mi voluntad”; y de nuevo a Jesús crucificado, in extremis, “todo mi ser, en alma y cuerpo”.

La mañana del domingo 13 de julio le dijo a un padre que le velaba: “No sé si estos padres han pensado ya en las cosas necesarias para mi entierro”. Respondió el padre que ya se había hablado de eso. Añadió Camilo: “Advertid que no hay más tiempo que mañana”.

La mañana del 14 de julio, último día de su vida, le visitó de nuevo el Cardenal Ginnasio Protector. Después preguntó qué hora era, al escuchar dar el reloj. Eran las ocho. El dijo “cómo tan tarde, que esta será la última Misa que oiré”. Estaba realmente preocupado por su salvación. Acabada la misa rogó al confesor que no se apartase de su cama por si le viniera a la mente alguna cosa que pudiese confesar.

Al médico, después de agradecerle, le dijo: “Otro médico me espera”. Así pasó algunas horas rodeado de los suyos hasta que, a las 21.30, falleció a los 64 años de edad, 40 años después de su conversión y 28 después de que aprobó su Congregación Sixto V y 20 después de elevada a Orden por el papa Gregorio XIV. Fue enterrado por la noche, por indicación del papa, a la vista del revuelo que se generó en Roma.

 

A la muerte del Fundador , la Orden Ministros de los Enfermos contaba con 299 religiosos, 154 sacerdotes y 145 hermanos, en 17 casas repartidas por casi toda Italia y divididas en 5 provincias .

Hoy, al celebrar el recuerdo de aquel 14 de julio de 1614, podemos quedarnos con algunas de sus bendiciones, como la del 10 de julio de 1614: «Con esto acabo, enviando a todos (en cuanto me es concedido por Dios nuestro Señor, y de su parte) mil bendiciones; no solo a los presentes, sino también a los futuros que sean operarios de esta santa Orden hasta el fin del mundo».

Descargar carta y testamento Espiritual de San Camilo

Con motivo de esta celebración, el Hno. José Carlos Bermejo, Superior Provincial de los Religiosos Camilos, dirige un afectuoso saludo a los religiosos camilos de España y Argentina.

En su mensaje, comparte una reflexión en torno a un pasaje poco conocido de la vida de San Camilo: su reiterado deseo de ingresar en la Orden Franciscana, una intención que hoy dialoga con los nuevos tiempos y horizontes de nuestra misión.

¡Feliz Fiesta de San Camilo a todos los enfermos y trabajadores de la salud!