Trazando un Legado de Cuidado: La Bula Illius qui pro gregis nuestra «Carta Magna

Hoy 21 de septiembre, recordamos que un día como hoy, pero de 1591, con la con la Bula Illius qui pro gregis, que es nuestra Carta Magna, el Papa Gregorio XIV erige nuestra Congregación en Orden religiosa, perfila sus leyes fundamentales y la enriquece con privilegios.

En la Bula, Gregorio XIV afirma que la comunidad de Camilo era «apreciada y aceptada por el pueblo y tan útil y necesaria para la ayuda de los demás que el número de miembros había aumentado mucho y muchos fieles deseaban mucho ser recibidos en esta Congregación».

Con la Bula Illius qui pro gregis se introducen algunas novedades: el ministerio de los Ministros de los Enfermos comprende ahora también las cárceles y los domicilios particulares; asistencia global a los enfermos de cuerpo y espíritu, de día y de noche; la presencia continua junto a los moribundos hasta su muerte; el énfasis en el papel central de la caridad, alma de la vida y actividad de la comunidad, realizada sin ninguna recompensa material.

En la Bula, el Papa Gregorio XIV concede a la Orden de San Camilo la facultad de agregar laicos, comprometiéndolos en el ejercicio del carisma camiliano en ayuda de los religiosos. “El Prefecto General, y con su autorización, los demás Prefectos o Superiores de las comunidades locales pueden agregar y unir en su propia Congregación a otros seglares, laicos, clérigos y presbíteros para realizar las mismas piadosas obras de misericordia y caridad. Los así agregados participan de todas las indulgencias y gracias individuales de la Congregación”.

También emerge más vivo que nunca el vínculo intrínseco entre Crucifijo y Caridad, que se repite también en la «Fórmula de vida» redactada por San Camilo para nuestra Orden, y que contiene todos los elementos que son retomados en 1591 precisamente en la Bula de institución: la «Fórmula de vida», en efecto, indicando la especificidad del carisma de los Ministros de los Enfermos, reafirma la prioridad del Crucifijo y la función primaria de la caridad al servicio de los enfermos:

«Si alguno, inspirado por el Señor Dios, quisiere ejercitar las obras de misericordia, corporales y espirituales, según nuestro Instituto, sepa que ha de estar muerto a todas las cosas del mundo, esto es, parientes, amigos, posesiones y a sí mismo, y vivir solamente para Jesús Crucificado bajo el suavísimo yugo de perpetua pobreza, castidad, obediencia y servicio a los pobres enfermos, aunque fuesen apestados, en sus necesidades espirituales y corporales, de día y de noche, según le sea mandado, lo que hará por verdadero amor de Dios y para hacer penitencia de sus pecados; acordándose de la Verdad, Cristo Jesús, que dice: “Lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis; diciendo en otro lugar: “Estuve enfermo y me visitasteis, venid benditos conmigo y tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.” Por esto mismo dice el Señor: “Con la misma medida con que midiereis se os medirá a vosotros”. Preste, pues, atención al sentido de una verdad tan perfecta, considere este medio óptimo para conseguir la preciosa margarita de la Caridad, de la cual dice el Santo Evangelio: “que, hallándola un hombre, vende todos sus bienes para comprarla”. Puesto que ella nos transforma en Dios y nos limpia de toda mancha de pecado, porque “la caridad cubre una multitud de pecados”. Por tanto, todo el que quiera entrar en nuestra Religión, piense que ha de estar muerto a sí mismo, si tiene una gracia tan capital de Espíritu Santo, de modo que no le importe ni vida ni muerte, ni salud ni enfermedad; sino que muerto completamente al mundo, se entregue por completo al cumplimiento de la voluntad de Dios, bajo la perfecta obediencia a sus Superiores, abandonando totalmente su propia voluntad, y tenga por grande ganancia morir por el Crucificado Cristo Jesús Señor nuestro, que dice: “Nadie tiene mayor caridad que el que entrega la vida por sus amigos…” para gloria de Dios y salud de la propia alma, y de las almas del prójimo»

Se fortalece la Comunidad de Vagues (Argentina)

El pasado lunes 11 de septiembre, en la celebración de la eucaristía y en presencia del Superior Provincial José Carlos Bermejo, se marcó un nuevo capítulo en la Comunidad de Vagues (Hogar San Camilo). El Padre Francisco Berola, quien hasta ese momento desempeñaba el rol de capellán y ecónomo en la comunidad de San Pere de Ribes, además de integrarse en en esta casa, asumió el cargo de nuevo superior con la misión de impulsar y enriquecer la vida de esta comunidad.

La comunidad de Vagues también recibió a un nuevo miembro, el Hermano Generoso, quien previamente residía en la comunidad de Buenos Aires, ahora perteneciente a la Provincia de Brasil. Con la llegada del Padre Francisco Berola y la unión del Hermano Generoso, el número de religiosos en la comunidad pasó de dos a cuatro junto con el p. Juan Antonio Amado y el Hno. Antonio Alegre. Este crecimiento augura un impulso significativo para la comunidad, que tiene como labor ministerial el cuidado y atención de 70 chicos con discapacidades de diversas edades. Estas personas enfrentan no solo discapacidades intelectuales, sino también desafíos de movilidad y provienen de entornos humildes.

El Hogar San Camilo de Vagues se ha destacado como un referente en el cuidado y trabajo con personas con discapacidad. Su ubicación en el corazón de la comunidad y su profundo compromiso con la Iglesia lo han convertido en un faro de esperanza y atención para aquellos que más lo necesitan.

Nuevo Libro de José Carlos Bermejo: «La bondad de dar gracias»

José Carlos Bermejo, Superior Provincial de los religiosos camilos, presenta su última obra literaria, «La bondad de dar gracias», en colaboración con Editorial Mensajero. Este inspirador libro recoge 150 oraciones de acción de gracias que prometen enriquecer la vida de quienes las utilicen.

«La bondad de dar gracias» no solo es una valiosa herramienta para el crecimiento personal, sino también un recurso versátil que puede ser aprovechado en aulas, comunidades, reuniones y residencias, o incluso ser un regalo significativo para seres queridos. La obra invita a reflexionar sobre la importancia del agradecimiento en nuestras vidas y cómo este gesto puede abrir nuestros corazones al reconocimiento de las bendiciones que nos rodean, desde las personas hasta la naturaleza y los valores fundamentales.

Este nuevo libro, «La bondad de dar gracias», se suma a la serie de títulos anteriores del autor, como «Padre Bueno, Gracias por la Vida» y «Gracias por la Vida: Oraciones que Humanizan», todos destinados a suavizar nuestros corazones y fomentar una conexión más profunda con Dios, el Padre bueno. «La bondad de dar gracias» nos invita a mirar y apreciar las pequeñas cosas cotidianas, reforzando la importancia de la gratitud en nuestras vidas.

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El Hno. Long visita la casa del Noviciado de Burkina Faso

Desde el pasado martes 1 de agosto, el Hno. Long Dinh Tran, Consejero Provincial, se encuentra realizando una significativa visita al Noviciado Internacional P. Alexandre Toe de Boassa en compañía del P. Augustín Bado, Superior de la Comunidad de Valencia.

El propósito de esta visita es conocer a fondo la realidad de esta casa de noviciado, en respuesta a un proyecto presentado por el padre P. Pierre Yanogo, Superior Provincial, en meses anteriores.

Durante su estadía, se espera obtener un mayor conocimiento sobre el proyecto y su desarrollo, estableciendo un contacto directo con las personas involucradas en el mismo. La presencia del Hno. Long y el padre Augustín brindará la oportunidad de realizar una evaluación detallada de los avances y desafíos presentes en el Noviciado.

El Noviciado Internacional P. Alexandre Toe de Boassa es un proyecto de gran importancia para la comunidad, y esta visita de alto nivel promete arrojar luz sobre el trabajo realizado hasta ahora, así como identificar posibles áreas de mejora y fortalecimiento.

Reforzamos la colaboración con la Viceprovincia de Perú.

El pasado 24 de julio procedente de la Viceprovincia de Perú ha llegado el p. Nemesio Isaac Lino Rosales, religioso camilo, para integrarse en la vida y obra de nuestra Provincia española, como parte de un convenio interprovincial.

En un acontecimiento que marca una nueva etapa en la vida de la comunidad de Sevilla, el Padre Isaac, se integra al Hospital Virgen del Rocío como Capellán. Además, se compromete a apoyar y acompañar las actividades del Centro de Escucha local.

Con una trayectoria diversa y amplia experiencia en el ámbito religioso, el P. Isaac ha sido ordenado como sacerdote el 10 de noviembre de 1994. Proveniente de Junín, Perú, cuenta con una formación académica sólida que incluye estudios de Filosofía y Teología, los cuales culminó en diciembre de 1992 en el Instituto Superior Juan XXIII de Lima. Posteriormente, se graduó como Licenciado en Psicología en la Universidad Ricardo Palma en diciembre de 2007 y como Licenciado en Enfermería en la Universidad Católica los Ángeles de Chimbote en diciembre de 2014.

Durante su ministerio, el P. Isaac ha servido como Capellán en varias instituciones de salud en Perú. Entre 1994 y 2000, trabajó en la Clínica San Camilo en Lima, posteriormente, fue Capellán del Hospital Nacional Hipólito Unanue entre 2000 y 2008. Su compromiso con el servicio lo llevó a ser Capellán del Hospital Belén de Trujillo entre 2008 y 2010, en la región de La Libertad, y más recientemente, prestó sus servicios como Capellán del Hospital Goyeneche en Arequipa entre 2014 y 2021.

Con esta incorporación, la comunidad sevillana recibe con entusiasmo al P. Isaac y confía en que su presencia y conocimientos serán de gran valor para todos aquellos que requieran de su ayuda.

Un legado de compasión: San Camilo, el gigante de la caridad, y la humanización de la salud»

Con motivo de la celebración de la fiesta de nuestro Fundador, San Camilo, hoy 14 de julio, nos complace presentar su vida a través de un video animado. Se trata de un proyecto muy ilusionante en el que hemos colaborado con Tabor Producciones de Barcelona, a quienes agradecemos por plasmar de manera tan hermosa algunos rasgos esenciales de la vida de Camilo de Lelis, el gigante de la caridad.

La labor de San Camilo también nos enseña la importancia de la humanización de la salud. Él comprendió que no se trataba solo de sanar cuerpos, sino de brindar consuelo espiritual y apoyo emocional a aquellos que luchan contra la enfermedad. Su enfoque integral de la atención a los enfermos, nos recuerda que el trato amable, la escucha atenta y el cuidado de la dimensión espiritual son aspectos fundamentales para promover la sanación integral de los pacientes.

En este día especial, es importante recordar y difundir la vida y obra de San Camilo, para que su ejemplo continúe inspirando a las generaciones presentes y futuras de trabajadores de la salud. Su legado nos desafía a mirar más allá de las enfermedades y a reconocer la humanidad y la dignidad de cada persona a la que atendemos.

Mensaje del Superior General y su Consulta por la Fiesta de San Camilo

Compartimos el mensaje del Superior General de la Orden, P. Pedro Tramontin y su Consulta, con motivo de la Celebración de la fiesta de nuestro fundador San camilo de Lelis .

Queridos hermanos,

Deseamos que cada uno de vosotros esté lleno de vida y esperanza en estos días en los que nos preparamos para celebrar la fiesta de nuestro patrono y fundador, San Camilo de Lelis. El ejemplo de este gigante de la caridad ha iluminado y seducido nuestros corazones hasta el punto de orientar nuestra opción vocacional en esta Orden fundada por él para el servicio total e integral de los enfermos.

No se trata de una elección trivial, ya que nosotros mismos, con votos solemnes, hemos elegido consumir definitivamente nuestra vida en este santo servicio, de cuya importancia y necesidad nos damos cuenta cada día. También hoy, a través de nuestro ministerio, Jesús se acerca a toda persona herida en el cuerpo y en el espíritu, y derrama sobre sus llagas, sus fracasos, sus humillaciones y su desesperación el óleo del consuelo y el vino de la esperanza.

Este ministerio que Dios nos confía es grande. Por eso debemos acogerlo siempre como siervos humildes e inútiles, a través de los cuales Dios sigue construyendo su Reino. Como Consejo General, os animamos a seguir viviendo vuestro ministerio con alegría y entusiasmo, para que los hombres y mujeres de nuestro tiempo encuentren todavía motivos para esperar y creer en Dios, que se hizo hombre para salvar a la humanidad. Esperamos que la fiesta de nuestro Patrono renueve en cada uno de nosotros la motivación inicial de nuestra consagración, que la Santa Madre Iglesia tiene en gran estima.

Recordamos las palabras del Papa Francisco a los capitulares en mayo de 2022: «Queridos hermanos, quiero ante todo daros las gracias por lo que sois y por lo que hacéis en la Iglesia. Si queremos ofrecer a la gente un buen «hospital de campaña», donde los que están heridos puedan encontrarse y sentir la cercanía y la ternura de Cristo, si queremos esto, no podemos prescindir del carisma de San Camilo de Lelis.»

Aquí en Roma, la experiencia que estamos viviendo desde hace más de un año en la animación de la Orden renueva en nosotros esta profunda certeza de la bondad de nuestro carisma. Las visitas que ya hemos realizado y los encuentros internacionales que hemos tenido en estos meses nos han permitido ver, escuchar, respirar y apreciar la fuerza de nuestra familia religiosa a través del compromiso de cada uno. Con el objetivo de acompañar, apoyar y fortalecer la fe común en nuestra Orden hacia un futuro de esperanza, hemos dedicado este primer año de mandato a trabajar en la propuesta de un proyecto programático o plan estratégico para toda la Orden. Un plan estratégico, como muchos de ustedes saben, es una herramienta científica que permite a organizaciones como la nuestra perseguir su misión con fidelidad creativa a las necesidades y exigencias de nuestro mundo en constante cambio.

El mundo sanitario en el que nos movemos puede verse como paradigma de nuestro contexto actual, que requiere generosidad, pero también profesionalidad y competencia. El instrumento del plan estratégico, utilizado en muchas otras Órdenes e Institutos eclesiales, nos parece hoy más necesario que nunca, pues nos permite tener una mirada atenta y constante sobre la realidad para buscar, en la oración y en colaboración con el Espíritu Santo, los caminos y los medios adecuados para la renovación y el progreso. El contenido de nuestro plan estratégico es, por tanto, la aplicación concreta de la necesidad de renovación de la Orden contenida, entre otras cosas, en las resoluciones del Capítulo General de mayo de 2022, en el documento Proyecto camiliano para una vida creativa y fiel (mayo de 2013), en el Estado de las Órdenes presentado por la anterior Consulta General (mayo de 2022), y en el informe de cada Superior Mayor recibido por la Consulta en enero de 2023. La idea de este plan estratégico fue presentada a los superiores mayores por videoconferencia en enero de 2023, y su contenido fue ampliamente discutido y enriquecido con ellos en el encuentro presidencial de junio de 2023 en Roma. El texto final que recibirán próximamente será la síntesis de toda esta escucha, intercambio y estudio que esperamos poner en práctica juntos en los próximos años.

Agradezco a cada uno de vosotros vuestro apoyo, colaboración y oraciones fraternas. Hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con algunos de vosotros, y esperamos encontrarnos y conocer a los demás en las visitas que seguiremos realizando a las provincias y delegaciones de la Orden. Os aseguro mi oración personal y la de todo el Consejo, y os saludo fraternalmente con las palabras del Papa Francisco dirigidas a toda la Orden durante el último Capítulo General: «Os invito, pues, a beber siempre de nuevo de la savia de las Bienaventuranzas, para llevar, con mansedumbre y sencillez, el anuncio gozoso a los pobres y a los últimos de los hombres de hoy. Os deseo también que os fortalezcáis mutuamente en la confianza de que el bien que se hace a una hermana o a un hermano que sufre es un don que se hace al mismo Jesús, y que lo que se vive y se ofrece cada día con alegría, aunque sea invisible a los ojos del mundo, nunca se pierde, sino que, como una semilla caída en tierra, germina y da fruto. Y no dejéis de conservar el recuerdo del primer amor, con el que Jesús conquistó vuestro corazón, para renovar siempre desde las raíces vuestra opción por la vida consagrada. Volved siempre a las raíces del primer amor, porque ahí radica nuestra identidad religiosa: el primer diálogo con Jesús, la llamada». Que la fiesta de nuestro fundador sea una oportunidad para reavivar nuestro entusiasmo en el servicio a los enfermos y a los que sufren con la certeza de que estamos sirviendo a nuestro Señor.

¡Feliz día de San Camilo y renovados buenos deseos con mil bendiciones!

Pedro TRAMONTIN Superior General & Consultores Generales

¡Celebremos la Fiesta de San Camilo, patrono de los enfermos y trabajadores de la salud!

Hoy, 14 de julio, la Iglesia en todo el mundo se une en alegría para honrar a San Camilo de Lellis, una figura extraordinaria cuya vida y legado han dejado una huella indeleble en el campo de la salud. Como fundador de la Orden de Ministros de los Enfermos, también conocidos como Religiosos Camilos, San Camilo se ha convertido en un gran referente de la humanización de la salud y un faro de esperanza para aquellos que sufren.

San Camilo, reconocido como el «gigante de la caridad», dedicó su vida a servir a los enfermos y a los más necesitados. Su amor incondicional hacia los enfermos y su incansable labor de cuidado y acompañamiento los llevaron a considerarlo patrono de los trabajadores de la salud en todo el mundo junto con San Juan de Dios. Su ejemplo nos inspira a ejercer nuestra profesión con compasión, empatía y dedicación, recordándonos que cada persona que atendemos es un ser humano valioso y digno de respeto.

La labor de San Camilo también nos enseña la importancia de la humanización de la salud. Él comprendió que no solo se trataba de sanar cuerpos, sino de brindar consuelo espiritual y apoyo emocional a aquellos que luchan contra la enfermedad. Su enfoque integral de la atención médica nos recuerda que el trato amable, la escucha atenta y el cuidado de la dimensión espiritual son aspectos fundamentales para promover la sanación integral de los pacientes.

Los últimos días de vida de Camilo….

La muerte de Camilo tuvo lugar en Roma, a los 64 años, en la casa de La Magdalena, que aún hoy se conserva como casa generalicia de la Orden.

El proceso final de Camilo no fue de unos días… Camilo se sintió particularmente débil unos meses antes, no pudiendo ir al hospital como los demás (como cuidador) y sintiendo envidia: “Dichosos vosotros, que habéis estado en aquella santa viña, sirviendo a los pobres enfermos”, les decía a sus compañeros que iban al hospital, al que él llamaba viña.

Un día de su última primavera en que el médico le dejó salir de la casa de la Magdalena, donde él tenía certeza de morir, pidió al carrocero que se dirigiera hacia el hospital del Espíritu Santo, que para él era el jardín donde se respira el aire que solo hay en el paraíso. Allí entró con ayuda de dos religiosos y conversó con los enfermos a los que les dio su bendición y expresó su deseo de estar siempre con ellos. Sentía una particular “atracción” hacia el hospital. Decía que tenía imán para él.

Durante los últimos meses, Camilo mendigaba apoyo espiritual al estilo de la época, solicitando que celebrase por él la Eucaristía e hicieran oraciones. Le visitaban y buscaban su bendición y su intercesión, así como el deseo de conservar algo suyo simbólicamente.

Camilo tuvo la posibilidad, en las últimas semanas de su vida, de despedirse por escrito con una Carta Testamento con algunas recomendaciones. En esta Carta Testamento, son claras las preocupaciones de Camilo al final de su vida y los deseos de morir cerrando el círculo biográfico. Con conciencia de continuidad para sí mismo en manos de Dios y de continuidad para la Orden, pide comunión espiritual, transmite su deseo de fidelidad en la pobreza y en la misión de la Orden de servir a los enfermos, así como expresa su deseo de que no se malogre la identidad hecha de religiosos sacerdotes y laicos, con su particular originalidad. Una herencia hermosa de un hombre apasionadamente entregado a la humanización del mundo del sufrimiento y conocedor de las vulnerabilidades de los religiosos y de la misma condición humana.

En los últimos días, ordenó que pintaran un cuadro, concretamente que se pintase un Cristo muerto en la cruz, y en la parte superior el Padre eterno, y el Espíritu Santo en forma de paloma en los lados, llenos de la sangre derramada por Jesús; y al pie de la cruz, María orando por Camilo.

El 6 de julio hizo que todos los padres y hermanos se sentaran, y habiendo pedido licencia al Padre General para decir algunas palabras, les exhortó a todos a la observancia del Instituto, en particular a la fervorosa caridad con los enfermos, a la unión y caridad entre sí mismos, a la pureza del corazón y del cuerpo, a la pobreza, obediencia y humildad, que no perdiesen el ánimo por las grandes borrascas y persecuciones que había vivido la Orden, porque todos los principios eran dificultosos. Al fin, derramando muchas lágrimas, según su biógrafo Sancio Cicatelli, dijo:

“Padres y hermanos míos, yo pido misericordia a Dios, y después demando perdón al Padre General y a todos los demás, de cualquier mal ejemplo que les haya dado en el pasado, asegurándoles que más ha procedido de mi poco saber, que de mala voluntad”. Y a todos, presentes y ausentes, les dio la bendición.

A continuación, el Padre General y los presentes le pidieron perdón y se despidieron entre lágrimas, besándole las manos.

Le trajeron el cuadro que había encargado, pero el confesor había hecho pintar al mismo padre Camilo arrodillado ante la cruz, junto a la Virgen. Camilo exclamó: “Señor, vos sabéis que no ha sido esta mi intención; pero como habéis querido que me pongan debajo de vuestros pies, y de la protección de vuestra Santísima Madre, sea para que yo espere más misericordia, y que me caiga alguna gota de vuestra sangre, que con abundancia me purifique” . Quiso acomodar el cuadro en lugar donde le pudiese ver para meditar el misterio que representaba, como hiciera San Agustín con los Salmos Penitenciales.

Le pidió al enfermero que cuando se muriese, que le repitiese palabras de esperanza hasta cuarto de hora después de muerto.

Según sus escritos, el 10 de julio Camilo confirma su Testamento espiritual que pediría que se lo pusieran al cuello después de muerto. Al demonio tentador le deja Camilo “todos los pecados y todas las ofensas que he cometido contra Dios”; al mundo, “todas las vanidades”; a Jesús, “mi alma”; a San Miguel Arcángel, “todo el intelecto”; a María Virgen y Madre, “mi voluntad”; y de nuevo a Jesús crucificado, in extremis, “todo mi ser, en alma y cuerpo”.

La mañana del domingo 13 de julio le dijo a un padre que le velaba: “No sé si estos padres han pensado ya en las cosas necesarias para mi entierro”. Respondió el padre que ya se había hablado de eso. Añadió Camilo: “Advertid que no hay más tiempo que mañana”.

La mañana del 14 de julio, último día de su vida, le visitó de nuevo el Cardenal Ginnasio Protector. Después preguntó qué hora era, al escuchar dar el reloj. Eran las ocho. El dijo “cómo tan tarde, que esta será la última Misa que oiré”. Estaba realmente preocupado por su salvación. Acabada la misa rogó al confesor que no se apartase de su cama por si le viniera a la mente alguna cosa que pudiese confesar.

Al médico, después de agradecerle, le dijo: “Otro médico me espera”. Así pasó algunas horas rodeado de los suyos hasta que, a las 21.30, falleció a los 64 años de edad, 40 años después de su conversión y 28 después de que aprobó su Congregación Sixto V y 20 después de elevada a Orden por el papa Gregorio XIV. Fue enterrado por la noche, por indicación del papa, a la vista del revuelo que se generó en Roma.

 

A la muerte del Fundador , la Orden Ministros de los Enfermos contaba con 299 religiosos, 154 sacerdotes y 145 hermanos, en 17 casas repartidas por casi toda Italia y divididas en 5 provincias .

Hoy, al celebrar el recuerdo de aquel 14 de julio de 1614, podemos quedarnos con algunas de sus bendiciones, como la del 10 de julio de 1614: «Con esto acabo, enviando a todos (en cuanto me es concedido por Dios nuestro Señor, y de su parte) mil bendiciones; no solo a los presentes, sino también a los futuros que sean operarios de esta santa Orden hasta el fin del mundo».

Descargar carta y testamento Espiritual de San Camilo

 

¡Feliz Fiesta de San Camilo a todos los enfermos y trabajadores de la salud!