En memoria del P. Leocir Pessini, Superior General tras un año de su muerte

Hoy, 24 de julio, se cumple el primer aniversario de la muerte de nuestro Superior General, el p. Leocir PESSINI. Los Religiosos camilos del mundo recordamos su memoria y agradecemos a Dios por los años de vida del p. leo, por su vida religiosa y ministerio en favor de la Orden y de la Iglesia.

 

P. LEOCIR PESSINI M.I

P. Leocir, nació el 14 de mayo de 1955 en Joaçaba, ciudad del estado de Santa Catalina en Brasil. Vivió posteriormente en Sao Paulo desde los 20 años. Realizó la primera profesión en 1975, la profesión solemne en 1978 y fue ordenado sacerdote en 1980.

Se licenció en Filosofía en la Escuela “Nuestra Señora de la Asunción” de Sao Paulo y en Teología en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma. Curso estudios de estudios en Educación Pastoral Clínica y Bioética en el Centro Médico St Luke’s Medical Center de EE.UU. (1982-85). Doctor en Teología Moral, con especialización Bioética.

Fue Vicerrector del Centro Universitario “San Camilo” de Sao Paulo y presidente de las Organizaciones de los Religiosos Camilos, que incluye 56 hospitales en Brasil.

Fue también coordinador de la Delegación de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Brasileña en 1994-1997, formo parte de la dirección de International Association of Bioethics (1997-1995), Vicepresidente de la Sociedad Brasileña de Bioética y miembro del Equipo de Apoyo del Observatorio Pastoral del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano). Fue también Superior Provincial de los religiosos Camilos de Brasil, hasta su nombramiento como Superior General de la Orden en mayo de 2014.

Falleció un día como hoy en Cotia de San Pablo (Brasil), después del empeoramiento progresivo de la recidiva de su tumor intervenido hace años y diagnosticada hace 10 meses. Tenía 64 años.

Crónica de San Camilo. Nuestra residencia en tiempos de pandemia

Ve la luz el libro «Crónica de San camilo. Nuestra residencia en tiempos de pandemia», con la Editorial Mensajero, del Grupo Loyola. Un trabajo de José Carlos Bermejo, Delegado General de la Provincia Española, Gema Moreno, responsable de Comunicación y Marta Villacieros, del departamento de Investigación del Centro.

Esta publicación recoge los testimonios de una treintena trabajadores del Centro San camilo: médicos, enfermeros, auxiliares; personal de limpieza, de mantenimiento, de administración. El objetivo es honrar una historia de sufrimiento, que ha sido también una hermosa historia de solidaridad y ayuda, de dolor y esperanza. También para honrar a los fallecidos, a sus familias y a quienes los cuidaron.

No recordar la historia condena no solo a olvidarla sino a repetirla. Por eso estas páginas resumen la singular vivencia de un conjunto de personas que latieron con un mismo pulso durante la crisis del coronavirus . No están todas, pero las representan, porque juntas dan vida al Centro San Camilo. Un equipo que cuidó con «más corazón en las manos», aun cuando las circunstancias fueron las más adversas en sus 30 años.

De los 135 trabajadores de la residencia, 42 sufrieron baja por COVID-19, es decir un 31 % de la plantilla; mientras que un 45 % ha tenido sintomatología compatible con la enfermedad.

Del 8 de marzo al 8 de mayo de 2020 fallecieron 34 residentes (3 de ellos en el hospital), de los que 21 tenían sintomatología compatible con COVID-19 y solo hubo constancia de un caso positivo. Desde entonces y hasta finales de junio no se registraron más pérdidas por esta causa. Personas que continuarán en la memoria del Centro y a las que está dedicado este libro.

Fiesta de San Camilo en Salamanca

El pasado martes 14 de julio en la residencia de las hijas de san Camilo de Santa marta de Tormes (Salamanca) se ha celebrado con alegría la fiesta de San Camilo, con la presencia de los trabajadores, familiares y amigos. Una jornada especial donde se recordaron los momentos más difíciles de la situación de la pandemia por coronavirus y el gran trabajo de la comunidad religiosa y de los trabajadores, siguiendo las huellas de nuestro fundador.

La Eucaristía fue presidida por el p. Franklin Fuentes y concelebrada por el padre Anthony de la comunidad de Tres Cantos, junto con el capellán de la residencia.

La jornada continuo con un ágape fraterno donde se distribuyó el libro “diez miradas sobre San Camilo de Lelis”

El centro San Camilo presenta sus memorias

El Centro San Camilo ha presentado sus memorias del año 2019, unos meses después de la fecha habitual a causa de la pandemia. Este año tiene como trasfondo “la Plaza San camilo” el reformado salón de actos del centro inspirado en la plaza de un pueblo donde podemos encontrar rasgos de la vida y obra de Camilo de Lelis. Algunos trabajadores del Centro Asistencial y del Centro de Humanización de la Salud se reunieron para dar una mirada al trabajo realizado durante el año anterior con el seguimiento en directo a través del canal de YouTube donde pudieron seguir el evento desde varias partes del mundo (España, Colombia, chile, Perú…)

En la presentación de la Memoria 2019, Cristina Muñoz, responsable de Programas y Calidad, destacó que San Camilo es un equipo de personas que trabajan tanto contratadas (300) como voluntarias (330), siendo mayoritariamente mujeres (70%), de 14 nacionalidades. «Todos con el objetivo de dignificar la atención a la persona mayor y enferma, con un modelo basado en la humanización, la participación y el protagonismo de la persona en su proceso vital», entre los datos al alza en publicaciones, formación y convenios con entidades. Cifras que se traducen en también en la satisfacción de familiares, residentes, pacientes y usuarios del centro, donde San Camilo ha recibido una puntuación de Notable (7,9) a Sobresaliente (9,7).

Haz clic aquí para descargar la memoria del Centro San Camilo

Celebramos la Fiesta de San Camilo

Con gran alegría y esperanza, los religiosos Camilos de la Provincia española hemos celebrado la fiesta de nuestro fundador san Camilo. Una celebración especial en un tiempo marcado por la pandemia del covid-19, que se distancia de las festividades de otros años.

La comunidad de Tres Cantos, junto con el Centro San Camilo ha celebrado esta Fiesta con un programa caracterizado por la trasmisión en directo a través del canal de YouTube del centro y la participación de algunos trabajadores y amigos conservando en todo momento las distancias de seguridad.

La actividad celebrativa ha comenzado con el “Coloquio San Camilo”. Referente de Humanización en situaciones de pandemia, moderado por Cristina Muñoz, responsable de Programas y Calidad y la participación de Laura Steegman, jefa de servicio residencia y Xabier Azkoitia, responsable del Servicio de atención espiritual. En este espacio se resaltó la actualidad del carisma camiliano en esta época de pandemia y como sus enseñanzas han servido de impulso en el trabajo y en el servicio a los residentes, a las personas al final de la vida y sus familias.

En horas de la tarde, a partir de las 18:00 horas se llevó a cabo el día M, que por las circunstancias por todos conocidas, no se pudo celebrar en el mes de abril como se hace habitualmente. En esta oportunidad los encuentros de grupos (Voluntarios, Escuchas, profesores) se realizaron a través de la plataforma de Zoom.

La celebración ha continuado con la presentación de la memoria del Centro San Camilo a cargo de Cristina Muñoz, responsable de Programas y Calidad.

Posteriormente la actividad conmemorativa siguió con una presentación de la experiencia vivida en el Centro con motivo de la crisis por COVID.19: José Manuel Martínez, gerente y Francisco Javier Rodríguez, director asistencial.

Por su parte el Delegado General de los Religiosos camilos y Director general del Centro compartió algunas “Enseñanzas éticas de la crisis por COVID-19

La tarde de encuentro culminó con la celebración de la Eucaristía presidida por D. José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, donde se recordaron las personas fallecidas en este tiempo de pandemia.

Humanizar presenta su nueva web en el Día de San Camilo

Desde este 14 de julio los visitantes de Humanizar.es van a encontrar un portal que apuesta por mejorar la accesibilidad a los contenidos y la interactividad con los usuarios, con el fin de responder mejor a sus necesidades. Una nueva web de encuentro cuyo lema sigue siendo trabajar con “más corazón en las manos”.

Gracias a un diseño moderno y funcional que permite moverse por la página con rapidez para acceder a todos sus contenidos cómodamente. Desde su inicio está presente el lema de San Camilo “cuidar y enseñar a cuidar” que da acceso a sus espacios de formación, por un lado, y de atención a los mayores, por otro.

De esta manera, en el ámbito de la enseñanza, se prioriza el acceso a la información relacionada con los posgrados, cursos, jornadas y formación profesional; mientras que, desde el área de los cuidados, se hace un recorrido por la residencia asistida, el servicio de ayuda a domicilio, los cuidados paliativos y el centro de escucha. Del mismo modo, destaca el acceso a los trabajos de investigación que se desarrollan desde el centro con líneas abiertas en duelo, geriatría, counselling, etc.

Asimismo, desde el menú principal se visualizan las últimas noticias relacionadas con el Centro San Camilo, que permite el acceso al histórico de reportajes e informaciones; además de las publicaciones más actuales promovidas desde el Centro de Humanización de la Salud, dentro de su extenso catálogo de libros generado a lo largo de los años. Sin olvidar, la posibilidad de suscribirse a su boletín informativo.

De igual manera, desde la página de inicio es posible entrar en el Blog de la revista Humanizar, con artículos de numerosos colaboradores de la revista bimestral en papel. Una publicación referente en el mundo de la humanización de la salud a la que también es posible suscribirse desde aquí, o leer algunos de sus contenidos más destacados.

De la renovación de la página Humanizar se ha encargado la Agencia de Diseño Web y Marketing Icti. Un meticuloso trabajo supervisado por el equipo de comunicación del Centro San Camilo con el objetivo de acceder a la información e impulsar, aún más, la interactividad con las personas interesadas en la actividad y la misión del centro.

En esta línea, también es posible acceder a la pestaña de colaboración a través de donaciones, legados, cooperación al desarrollo y voluntariado. Además, de conocer los valores del centro, su imagen corporativa, su gestión de la calidad y su portal de transparencia.

Un renovado espacio donde la “H” de Humanizar sigue siendo  la misma: estandarte de la cruz roja de la Orden de los Camilos que une a dos personas en un fraternal abrazo, promoviendo la cultura sensible a los valores humanos. 

Gema Moreno.

Celebramos la Fiesta de San Camilo

Hoy 14 de julio la Iglesia en el mundo y la Orden de Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos), celebramos con alegría la fiesta de nuestro santo patrono y fundador San Camilo, el gigante de la caridad, patrono de los enfermos y trabajadores del mundo de la salud.

En una época marcada por la pandemia del coronavirus, el mensaje de Camilo cobra una rabiosa actualidad. A través de él se hace vigente la invitación constante de Camilo a sus compañeros de servir a los enfermos incluso a con peligro de la propia vida, dando testimonio de ello en diferentes acontecimientos de su época como en la peste de Milán:

…Algunos agricultores en el campo de Pavía, en el invierno de 1594 trataron de detener a un grupo de hombres que cabalgaba al ducado de Milán. Conociendo del brote de la peste, Camilo había reunido una media docena de sus compañeros en Génova, y partió inmediatamente con el fin de ayudar.

«¡Alto! ¿Adónde vais?! En Milán hay peste”Ante las advertencias, Camilo respondía sin detener la marcha: “Precisamente por eso vamos allí”

La muerte de Camilo tuvo lugar en Roma, a los 64 años, en la casa de La Maddalena, que aún hoy se conserva como casa generalicia de la Orden.

El proceso final de Camilo no fue de unos días… Camilo se sintió particularmente débil unos meses antes, no pudiendo ir al hospital como los demás (como cuidador) y sintiendo envidia: “Dichosos vosotros, que habéis estado en aquella santa viña, sirviendo a los pobres enfermos”, les decía a sus compañeros que iban al hospital, al que él llamaba viña.

Un día de su última primavera en que el médico le dejó salir de la casa de la Maddalena, donde él tenía certeza de morir, pidió al carrocero que se dirigiera hacia el hospital del Espíritu Santo, que para él era el jardín donde se respira el aire que solo hay en el paraíso. Allí entró con ayuda de dos religiosos y conversó con los enfermos a los que les dio su bendición y expresó su deseo de estar siempre con ellos. Sentía una particular “atracción” hacia el hospital. Decía que tenía imán para él.

Durante los últimos meses, Camilo mendigaba apoyo espiritual al estilo de la época, solicitando que celebrase por él la Eucaristía e hicieran oraciones. Le visitaban y buscaban su bendición y su intercesión, así como el deseo de conservar algo suyo simbólicamente.

Camilo tuvo la posibilidad, en las últimas semanas de su vida, de despedirse por escrito con una Carta Testamento con algunas recomendaciones. En esta Carta Testamento, son claras las preocupaciones de Camilo al final de su vida y los deseos de morir cerrando el círculo biográfico. Con conciencia de continuidad para sí mismo en manos de Dios y de continuidad para la Orden, pide comunión espiritual, transmite su deseo de fidelidad en la pobreza y en la misión de la Orden de servir a los enfermos, así como expresa su deseo de que no se malogre la identidad hecha de religiosos sacerdotes y laicos, con su particular originalidad. Una herencia hermosa de un hombre apasionadamente entregado a la humanización del mundo del sufrimiento y conocedor de las vulnerabilidades de los religiosos y de la misma condición humana.

En los últimos días, ordenó que pintaran un cuadro, concretamente que se pintase un Cristo muerto en la cruz, y en la parte superior el Padre eterno, y el Espíritu Santo en forma de paloma en los lados, llenos de la sangre derramada por Jesús; y al pie de la cruz, María orando por Camilo.

El 6 de julio hizo que todos los padres y hermanos se sentaran, y habiendo pedido licencia al Padre General para decir algunas palabras, les exhortó a todos a la observancia del Instituto, en particular a la fervorosa caridad con los enfermos, a la unión y caridad entre sí mismos, a la pureza del corazón y del cuerpo, a la pobreza, obediencia y humildad, que no perdiesen el ánimo por las grandes borrascas y persecuciones que había vivido la Orden, porque todos los principios eran dificultosos. Al fin, derramando muchas lágrimas, según su biógrafo Sancio Cicatelli, dijo:

“Padres y hermanos míos, yo pido misericordia a Dios, y después demando perdón al Padre General y a todos los demás, de cualquier mal ejemplo que les haya dado en el pasado, asegurándoles que más ha procedido de mi poco saber, que de mala voluntad”. Y a todos, presentes y ausentes, les dio la bendición.

A continuación, el Padre General y los presentes le pidieron perdón y se despidieron entre lágrimas, besándole las manos.

Le trajeron el cuadro que había encargado, pero el confesor había hecho pintar al mismo padre Camilo arrodillado ante la cruz, junto a la Virgen. Camilo exclamó: “Señor, vos sabéis que no ha sido esta mi intención; pero como habéis querido que me pongan debajo de vuestros pies, y de la protección de vuestra Santísima Madre, sea para que yo espere más misericordia, y que me caiga alguna gota de vuestra sangre, que con abundancia me purifique” . Quiso acomodar el cuadro en lugar donde le pudiese ver para meditar el misterio que representaba, como hiciera San Agustín con los Salmos Penitenciales.

Le pidió al enfermero que cuando se muriese, que le repitiese palabras de esperanza hasta cuarto de hora después de muerto.

Según sus escritos, el 10 de julio Camilo confirma su Testamento espiritual que pediría que se lo pusieran al cuello después de muerto. Al demonio tentador le deja Camilo “todos los pecados y todas las ofensas que he cometido contra Dios”; al mundo, “todas las vanidades”; a Jesús, “mi alma”; a San Miguel Arcángel, “todo el intelecto”; a María Virgen y Madre, “mi voluntad”; y de nuevo a Jesús crucificado, in extremis, “todo mi ser, en alma y cuerpo”.

La mañana del domingo 13 de julio le dijo a un padre que le velaba: “No sé si estos padres han pensado ya en las cosas necesarias para mi entierro”. Respondió el padre que ya se había hablado de eso. Añadió Camilo: “Advertid que no hay más tiempo que mañana”.

La mañana del 14 de julio, último día de su vida, le visitó de nuevo el Cardenal Ginnasio Protector. Después preguntó qué hora era, al escuchar dar el reloj. Eran las ocho. El dijo “cómo tan tarde, que esta será la última Misa que oiré”. Estaba realmente preocupado por su salvación. Acabada la misa rogó al confesor que no se apartase de su cama por si le viniera a la mente alguna cosa que pudiese confesar.

Al médico, después de agradecerle, le dijo: “Otro médico me espera”. Así pasó algunas horas rodeado de los suyos hasta que, a las 21.30, falleció a los 64 años de edad, 40 años después de su conversión y 28 después de que aprobó su Congregación Sixto V y 20 después de elevada a Orden por el papa Gregorio XIV. Fue enterrado por la noche, por indicación del papa, a la vista del revuelo que se generó en Roma.

 

A la muerte del Fundador , la Orden Ministros de los Enfermos contaba con 299 religiosos, 154 sacerdotes y 145 hermanos, en 17 casas repartidas por casi toda Italia y divididas en 5 provincias .

Hoy, al celebrar el recuerdo de aquel 14 de julio de 1614, podemos quedarnos con algunas de sus bendiciones, como la del 10 de julio de 1614: «Con esto acabo, enviando a todos (en cuanto me es concedido por Dios nuestro Señor, y de su parte) mil bendiciones; no solo a los presentes, sino también a los futuros que sean operarios de esta santa Orden hasta el fin del mundo».

Descargar carta y testamento Espiritual de San Camilo

Mensaje compartido entre los miembros de la Familia carismática camiliana.

En el marco de la fiesta de nuestro fundador San Camilo, la oficina de comunicación de la Orden, envía un mensaje compartido entre los miembros de la Familia carismática camiliana, que compartimos en nuestro portal:

A LOS QUE AMAN A DIOS, TODAS LAS COSAS LES AYUDAN A BIEN
(Rom. 8,28)

Así narra un cronista del 600 :
«¡Alto! ¿Adónde vais?! En Milán hay peste”.
Algunos agricultores en el campo de Pavía, en el invierno de 1594 trataron de detener a un grupo de hombres que cabalgaba al ducado de Milán. Conociendo del brote de la peste, Camilo había reunido una media docena de sus compañeros en Génova, y partió inmediatamente con el fin de ayudar. Ante las advertencias, Camilo respondía sin detener la marcha: “Precisamente por eso vamos allí”

En estos días, caracterizados por las graves consecuencias de la emergencia sanitaria por el Covid-19, todos estamos llamados a enfrentarnos y, de cierta manera, a reconciliarnos profundamente con nuestra humanidad. Cuando usamos esta palabra ‘humanidad’, generalmente lo hacemos de una manera muy solemne y a veces presuntuosa. Evocamos esta preciosa palabra, en la que nos reconocemos, para distinguirnos de otras criaturas vivientes, en el sentido de una excelencia que damos por sentada y adquirida. En realidad, esta palabra se refiere radicalmente a ese “humus” del que fuimos atraídos y hacia el cual estamos llamados a regresar con serenidad, después de haber caminado, con humildad, nuestro viaje de la humanidad… (Leer mensaje completo)