Del 26 al 29 de agosto, en la ciudad de Belo Horizonte (Brasil), tuvo lugar el Encuentro de Formadores y Animadores Vocacionales de la Familia Carismática Camiliana de América Latina, celebrado en el marco del Jubileo por el 450º Aniversario de la Conversión de San Camilo. Bajo el lema “Conquistados por Cristo y peregrinos de la esperanza, siguiendo los pasos de San Camilo”, este encuentro fue un espacio privilegiado para la reflexión, la fraternidad y la renovación del compromiso formativo.

Durante los días de trabajo, los participantes fueron invitados a recorrer un camino profundamente personal y comunitario, que les desafió a reflexionar, soñar y actuar con valentía y creatividad en el ministerio de la formación. La riqueza de los temas abordados puso de manifiesto los desafíos y oportunidades que enfrenta hoy la vida religiosa y vocacional en América Latina.
Entre las cuestiones tratadas se destacó la necesidad de afrontar con realismo y esperanza el impacto del histrionismo y del clericalismo en la vida religiosa y en la juventud actual. También se profundizó en la problemática de la inconstancia y el agotamiento vocacional, en las actitudes morales propias del mundo contemporáneo, en la realidad de las vocaciones adultas y en la importancia de la salud mental dentro de los procesos formativos, ofreciendo pistas y propuestas para un acompañamiento integral.
La representación de la Provincia Española estuvo presente a través del P. Francisco Berola, Superior de la Comunidad de Vagues, quien compartió activamente en este espacio fraterno y enriquecedor

Más allá de los contenidos, el encuentro se vivió como un verdadero ministerio de presencia, guía y esperanza. Compartir experiencias, escuchar testimonios y abrir espacios de diálogo permitió fortalecer la creatividad, la valentía y la pasión por la misión, renovando la certeza de que la formación no es solo instrucción, sino acompañamiento y cuidado de corazones al estilo de Cristo.
Este encuentro deja como fruto una comunidad más unida, animada a seguir caminando con espíritu camiliano y convencida de que la tarea formativa es una siembra de esperanza. Que nuestros corazones, conquistados por Cristo, sigan peregrinando en la fe y, siguiendo los pasos de San Camilo, lleven luz, sanación y misericordia allí donde más se necesite.
P. Francisco Berola





