Preparamos la Jornada de la vida consagrada

El próximo jueves 2 de febrero celebraremos la XXV Jornada de la Vida Consagrada. Un día para profundizar en la llamada a vivir en comunidad fraternal que sirve a Jesús y a los hermanos.

A los religiosos Camilos este día nos invita mover nuestro corazón en dos direcciones: una a la toma de conciencia y renovación de nuestro proyecto de vida comunitaria; y por otro lado a la comunicación de este modo de vida. 

Los religiosos camilos dedicamos nuestra vida a cuidar y enseñar a cuidar a los enfermos; vivimos en comunidad para vivir la experiencia de la fraternidad y el compromiso de los votos; participando en una vida con propósito y sentido. Desde nuestro compartir diario nos acercamos a las personas frágiles para cuidarlas y ver en ellas a Cristo. San Camilo, nuestro fundador, es el inspirador de este modelo de vida que nace de una llamada de Dios a vivir desde un corazón de servicio y de acción. Nuestra obras son la concreción de esta espiritualidad que desea humanizar con más pasión el mundo de la fragilidad.

Para la conmemoración de esta Jornada, el papa ha elegido la parábola del buen Samaritano; esta enseñanza del evangelio de Lucas inspira nuestro carisma de forma transversal. Junto a esta bella imagen la exhortación a ser agentes activos en la creación de una cultura de la fraternidad en un mundo polarizado. Sanar las heridas de nuestro tiempo mediante la cultura de la fraternidad y el encuentro es una de las misiones centrales de todos los llamados a construir el Reino.

Que el Señor nos aliente a vivir con profundidad el servicio a los enfermos y a trabajar en la construcción de un mundo mejor.

 

FRATELLI TUTTI

El pasado 3 de octubre el Papa Francisco firmaba a los pies de la tumba de san Francisco de Asis la Carta Encíclica Fratelli Tutti. Una carta de contenido social que nos invita a meditar sobre la fraternidad de los pueblos y el amor a los hermanos.

Está inspirada en la vida y obra del santo de Asis, referente de pobreza humildad, piedad y sencillez. Desde estas actitudes bien vividas inspiró la conversión y reforma de la espiritualidad de la Iglesia en una época de grandes cambios y convulsión en Europa.

Con esta carta encíclica social anima a ser testigos del evangelio con nuestro modo de vida y nuestro ejemplo coherente como medio para la evangelización. Nos invita a ser actores activos en la lucha por la justicia, buscando una economía centrada en las personas y no en la riqueza, que el objetivo sea el bien común y la fraternidad. Asumimos el reto que plantea en esta carta de construir la paz de un modo artesanal, acompañando el sufrimiento y el dolor de forma activa desde nuestra vocación de cuidar.

No alerta sobre el peligro que replegarnos sobre nosotros mismos, la toma de conciencia de nuestra fragilidad y la de los sistemas sobre los que nos apoyamos son una oportunidad y un riesgo. El miedo nos puede llevar a cerrarnos en nuestra propia persona, nuestras instituciones, familia o grupo de amigos en vez de lanzarnos a construir un proyecto común de cuidado y fraternidad.

Un documento muy evocador que os invitamos a meditar punto por punto. Os invitamos a recomenzar en este inicio de curso, que sea una oportunidad de promover la esperanza y el cuidado común como lo hizo San Camilo en su vocación de cuidar a todo hermano frágil y necesitado.