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19/10/17

P. Dionisio Manso, Una vida de entrega y servicio a los enfermos.

La Provincia Española, sus familiares y amigos agradecen a Dios por su generosidad, entrega y dedicación a los enfermos y a la Iglesia durante todos estos años de servicio de manera especial en la Comunidad de Sevilla donde realizó la mayor parte de su ministerio camiliano
El P. Dionisio, de paso por la comunidad de Tres cantos, nos ha concedido una entrevista donde matiza el amor por los enfermos a los cuales ha servido de diferentes maneras, ya sea en el trato directo en la atención espiritual y religiosa como en la promoción de la pastoral de la salud.

La jubilación es un buen momento para hacer balance...

En estos días tuve la fortuna de recibir un homenaje por parte de mis familiares y amigos con motivo de mi cumpleaños, jubilación y como despedida. Ellos me hicieron un video con fotografías mías de muchos momentos especiales de mi vida. Esto me impacto mucho. Por eso el balance que hago a partir de esta celebración es muy positivo, esta despedida me ha hecho sentir el cariño de tantas personas con las que he compartido a lo largo de mi vida. Han sido muchos años de trabajo y muchas cosas realizadas en Andalucía.

Después de más de 30 años ¿Qué te llevas de Sevilla?

Mi ministerio y recorrido en la ciudad y comunidad de Sevilla está dividida en dos etapas: en la primera etapa estuve 18 años, desde el año 1968 hasta 1986. La segunda etapa desde el año 2004 hasta el pasado 1 de octubre de 2017. Han sido muchos años de servicio, tanto es así que cuando me ausenté para ejercer el rol de Superior Provincial y cuando estuve en la comunidad de Valencia, Don Carlos, Arzobispo de Sevilla en aquel entonces me decía: “¿Cuando vuelve el hijo prodigo a la casa paterna?”.
De Sevilla me llevo un gran aprendizaje de los enfermos en mi trabajo como capellán. Igualmente el cariño de aquellas personas con las que compartí a lo largo de estos años, tanto del hospital como con las personas que me fui encontrando en los diferentes roles que desempeñé: Delegado de Pastoral de la salud en Andalucía, Presidente de la Comisión Pastoral de Capellanes en los Hospitales, etc.

Muchos años sirviendo a los enfermos ¿qué has aprendido de ellos?

Los enfermos y el hospital me han configurado. A mí los enfermos me han hecho camilo. Para mí como religioso Camilo no ha sido el estudio de la Constitución o las reuniones camilianas en las que he participado lo que me ha configurado como religioso en la Orden de San Camilo. Si yo soy algo, si sé algo, si he aprendido algo en la vida, es porque el maestro para mí ha sido el enfermo. Él es quien me sensibiliza, es el que me ha marcado el ritmo de cómo quiere ser servido. Yo soy camilo por el enfermo, no para el enfermo. El hospital es el lugar sagrado por antonomasia; es la catedral; la primera universidad; el espacio donde el hombre aprende a vivir. Durante estos años he aprendido que el sufrimiento y las heridas son las que nos configuran, nos transforman nos enseñan a ser más humanos, más sensibles, más personas.

¿Con qué espíritu vas a Sant Pere?

Cuando José Carlos Bermejo, Delegado General de la Provincia, me dice que me traslada como capellán al Hospital San Pere de Ribes, donde había estado como capellán tres años, no lo entendía, pensaba: “si llego a saber esto, no me jubilo. Hubiese seguido haciendo las guardias que me corresponden, hubiese dado una mano, pero no me hubiera jubilado. Interiormente no aceptaba el cambio, tampoco encontraba razones con 80 años para tener que salir de Andalucía. Ha sido una etapa incomodada para mí. Sin embargo, en los últimos días y sobre todo a raíz de la despedida de amigos y de la comunidad, de gente que me quiere y me aprecia, se me removió todo y pensé. ¿Quién soy yo para ponerme mal conmigo mismo?, ¿quién soy yo para ir mal a San Pere de Ribes? Al tomar conciencia que me estaba haciendo mal, cambie de chip: “yo voy, además por la obediencia religiosa, voy por salud mental, por salud integral voy porque tengo derecho a vivir los años que Dios me dé. En definitiva me ha costado aceptar serena e interiormente el cambio, pero en estos momentos voy porque estoy convencido de que donde está el enfermo está Dios y donde esté Dios y el enfermo allí debo estar también yo. Voy con ánimo de hacer las cosas bien, de colaborar en todo lo que me sea posible.

P. Dionisio Manso

Nació en Villalvilla, Diócesis de Burgos, el 9 de octubre de 1937. Fue bautizado el día 17 de octubre de 1937 y confirmado el día 5 de junio de 1943.
Ingresó en el seminario de Navarrete (La Rioja) el 23 de septiembre de 1950. Comenzó el Noviciado en Vic (Barcelona) el 14 de agosto de 1955. Emitió la Profesión Temporal en Vic (Barcelona) el 8 de septiembre de 1956. Realizó Su Profesión Solemne en Vic (Barcelona) el día 8 de septiembre del 1960. Posteriormente recibió el Subdiaconado Santo Tomás (Vic-Barcelona) el 21 de diciembre de 1963, el Diaconado en el Seminario de Vic (Barcelona) el 19 de marzo de 1964 y fue ordenado Sacerdote en Santo Tomás (Vic-Barcelona) el 24 de junio de 1964.
En 1964 acabados los estudios eclesiásticos es enviado a la Casa de Madrid para hacer un Curso de Pastoral en la CONFER de Madrid, y prácticas en la Clínica S. Camilo de Madrid. En 1965 es destinado al Seminario de Navarrete como Vice-Director de postulantes y Profesor. En 1968 es trasladado a Sevilla como Capellán del Hospital Central y preside la Comisión Pastoral de Capellanes en los Hospitales. En 1969 es nombrado Maestro de Clérigos de la Casa de Sevilla. Posteriormente en 1971 desempeña su ministerio pastor oral como Capellán del Hospital “Virgen del Rocío” de Sevilla y es nombrado Secretario del secretariado de Pastoral de la Provincia.
En 1974 es nombrado Superior de la Comunidad de Sevilla, Consejero Provincial para este trienio, y Miembro del Consejo del Presbiterio de Sevilla. En este mismo año el Cardenal le nombra Responsable del Secretariado Diocesano de la Pastoral Sanitaria y el Obispo Responsable de la Pastoral Sanitaria le nombra Responsable para la pastoral de la Salud de Andalucía. En 1977 de desempeña como capellán de “García Morato” de Sevilla.
En 1980, con el deseo de fortalecer su formación pastoral participa en un curso intensivo de Educación de Pastoral Clínica en Canadá. A su regreso es nombrado nuevamente como Superior de la Comunidad de Sevilla, Consejero Provincial y Miembro del Secretariado General de la Orden para el ministerio.
En 1983 regresa como capellán al hospital “Virgen del Rocío” hasta el año 1986. En este año el 24 de septiembre es trasladado a Sant Pere de Ribes como Maestro de Novicios y como capellán a dedicación parcial en la residencia y convalecientes. Durante su permanencia en esta comunidad ejerce también el rol de Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Hospitalaria, Consejero Provincial y Miembro de Departamento Diocesano de Pastoral Sanitaria.
En 1988 ante la necesidad de la casa de Valencia, deja de ser Maestro de Novicios el 17 de septiembre de este año y pasa a ser capellán en el Hospital de La Fe de Valencia.
En 1989 es nombrado Consejero Provincial y preside el Secretariado para el Ministerio, sección pastoral. En 1992 regresa a la Comunidad de Sant Pere de Ribes como capellán del hospital.
En 1995 es nombrado Superior Provincial por lo cual se traslada a la casa de Tres Cantos (Madrid), donde fija su sede hasta el año 2001. En el año 2001 es trasladado a la comunidad de Valencia como Superior de la Comunidad y como capellán de “La Fe” hasta el año 2004 donde regresa nuevamente a la comunidad de Sevilla como capellán del Hospital “Virgen del Rocío”. En el año 2005 el Sr. Cardenal le nombra Delegado Diocesano de la Pastoral de la Salud.
En febrero del año 2015 es nombrado miembro del Consejo Provincial hasta el final del presente trienio 2014-2017. En junio de este año 2017 el Consejo Provincial le traslada a la comunidad de Sant Pere de Ribes después de su jubilación en el mes de octubre como capelán del Hospital Universitario Virgen del Rocío