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08/11/17

Mensaje final del Encuentro Internacional de Formadores y de Promotores Vocacionales de los religiosos camilos.

Del 12 al 18 de octubre pasado en la Villa Primavera de las Siervas de la Encarnación de Roma se realizó el Encuentro Internacional de Promotores vocacionales y de formadores de los religiosos Camilos, organizado por la Consulta General. En este Encuentro ha participado el P. Luis Armando Leite, Consejero y Superior de la comunidad de Valencia y el P. Neiber Cabrera, responsable de la Pastoral Juvenil y Vocacional de la Delegación de Argentina.
Compartimos el mensaje final de encuentro.

Mensaje final del Encuentro Internacional de Formadores y de Promotores Vocacionales de la Orden

La consulta general ha programado y convocado un encuentro internacional de los formadores y de los promotores vocacionales de los religiosos Camilos del 12 al 18 de octubre de 2017 en Roma. El encuentro se ha desarrollado en la Villa Primavera de la casa de las Hermanas Siervas de la Encarnación y se inserta entre las prioridades de la Consulta General para este sexenio, una solicitud expresa del último Capítulo General extraordinario (Roma junio de 2014) en la perspectiva del proyecto camiliano por una vida fiel y creativa: desafíos y oportunidades. Este encuentro internacional ha tenido como temática general “la promoción vocacional y la formación camiliana en sintonía con los signos de los tiempos y las nuevas exigencias para construir un futuro de esperanza”
Hemos sido más de 50 participantes, casi todos jóvenes religiosos Camilos responsables de la formación y de la promoción vocacional provenientes de todas las áreas geográficas de la Orden, junto a algunas hermanas de las Hijas de San Camilo y de las hermanas Siervas de Encarnación. El foco principal del encuentro es la actualización de del reglamento y una revitalización de nuestra visión y acción, de los instrumentos y las estrategias en el área de la promoción vocacional y de la formación a la vida camiliana.
En comunión con toda la Orden, queremos hacer un diagnóstico con el objetivo de:
  • Profundizar nuestro conocimiento sobre algunas características de los jóvenes de hoy en un mundo globalizado;
  • Retomar la figura de San Camilo en su proceso discernimiento de la vocación en su tiempo;
  • Tomar en consideración la interculturalidad en el proceso del discernimiento vocacional y de la formación
  • Facilitar el intercambio y la reflexión sobre las experiencias de promoción vocacional y de formación.
Para apoyar nuestra reflexión hemos recibido tres conferencias. La primera dada por el P. Pascual Chávez (Ex-rector Mayor de los Salesianos) quien ha propuesto algunas preguntas para la reflexión de los participantes: ¿Dónde nos encontramos con los jóvenes de hoy? ¿De dónde vienen a nosotros y cuáles son sus motivaciones? Por último,¿Cuál es concretamente nuestro enfoque para discernir sus necesidades humanas y espirituales en formación?
En un mundo marcado por la influencia de las redes sociales, los estudios e investigaciones nos dicen que los jóvenes viven una fragilidad psicológica una inconsistencia vocacional y un relativismo moral. De cara a esta realidad estamos llamados, como formadores y animadores, a desarrollar competencias nuevas para discernir y conocer los puntos claves de sus preguntas para ayudarlos a dar sentido a su vida y a tener una conciencia bien formada para poder nadar contra corriente. Al conocer sus verdaderas necesidades podemos tocar y reavivar su corazón y su mente para emprender juntos un camino de conversión y de crecimiento.
Con la ayuda del P. Laurent Ouédraogo, religioso Camilo, en la segunda conferencia hemos regresado en la historia para analizar las 19 cartas de San Camilo dirigidas tanto a sus formadores como a los consultores con respecto al proceso de discernimiento vocacional de los candidatos. De sus cartas, San Camilo sugiere que los formadores deben aceptar solo lo bueno, asegurándose de la madurez espiritual del candidato, verificando los signos de autenticidad y progreso en su vocación a la luz del Espíritu Santo. Más allá de las capacidades humanas e intelectuales, el discernimiento vocacional, según San Camilo, es ante todo un proceso de fe a través del cual tratamos de observar la autenticidad de la llamada y promover su fidelidad.
La plantita de San Camilo está presente en 41 países en las varias áreas geográficas con diversas culturas. El hecho de la multiculturalidad en la Orden nos llama a reflexionar sobre la interculturalidad. La tercera conferencia de P. Matthew Wattamattam (Superior General de los Claretianos), nos ha ofrecido una visión esencial sobre la preocupación por la interculturalidad. De hecho, en nuestro tiempo, hay nuevos fenómenos que marcan toda relación humana y desafían la posibilidad y la capacidad de una nueva actitud de la humanidad. El fenómeno de la globalización ha evidenciado la creciente interdependencia y ha sacado a la luz la múltiple disparidad de alteridad.
El otro, el problema del otro, la relación con el otro es un desafío antropológico y ético que reviste nuestra época. La naturaleza de esta época es expresada fundamentalmente, por el problema de las relaciones interpersonales que la filosofía contemporánea y la sociología de la integración afrontan cambiando el acento del tema del individuo a al de la persona, de sí mismo hacia los demás, de la subjetividad a la intersubjetividad
La formación en un contexto de interculturalidad necesita que cada uno cumpla constantemente el propio “peregrinaje interior”: de la propia cultura de pertenencia hacia la cultura del otro y todos juntos hacia la cultura del Evangelio y de la vida consagrada. Es importante reconocer que no hay una cultura ideal o una cultura superior. Estamos todos reunidos en torno a Cristo. Nuestras diferencias son valores de saber acoger y apreciar. Los fundamentos de la interculturalidad provienen del hecho que en la base hemos recibido del mismo Espíritu Santo que nos ha llamado y hemos respondido siendo personas de una cultura.
La educación a la interculturalidad durante el itinerario formativo puede ser una oportunidad y un desafío. Asumir la interculturalidad como un valor se transforma en una oportunidad de crecimiento y de enriquecimiento personal y comunitario. Si nuestras comunidades no se transforman interculturalmente no sobreviviremos. Nuestros trabajos de compartir y de actualización del reglamento formativo ofrecerán a la consulta general algunas propuestas de actuación sobre este aspecto.
Queridos hermanos de la Orden de San Camilo, en estos días sentimos vuestra cercanía y vuestras oraciones para llevar hacia delante nuestro trabajo y nuestras reflexiones. Es un momento oportuno para cada uno de los religiosos Camilos de orar y de reflexionar en comunidad y personalmente sobre nuestro enfoque de los jóvenes y la modalidad de salvaguardarlos. ¿Cómo cuidamos a los candidatos en nuestras casas de formación?
Estamos convencidos que la fidelidad, el testimonio de nuestra vida y el servicio cotidiano a los enfermos constituyen un primer lugar de promoción vocacional. Más allá de ser un problema de una persona o de un grupo (Formador o promotor vocacional) toda la orden y cada uno de sus miembros es promotor de vocaciones. Si sabemos a coger en nuestro corazón los sufrimientos de los jóvenes, si les miramos con empatía, sin reservas, acogiendo en nuestros corazones sus angustias con la ternura y la misericordia del Padre, muchos de ellos podrán realizar un camino de conversión y de consagración
A todos los formadores de la Orden, enamorados de Dios y apasionados por el hombre, os invitamos a vivir siempre la experiencia de la ternura de Dios dejando que su misericordia plasme en vosotros un corazón de carne, compasivo, capaz de descubrir el fuego en las cenizas de quien parece haber perdido la esperanza y dar fuerza a la llama que muchas veces parece apagarse, de seguir adelante a pesar de las desilusiones y de los fallos que inevitablemente encontraremos.
A los candidatos a la vida consagrada de nuestra Orden, esperamos valentía y firmeza en vuestra elección. No tengáis miedo de compartir con vuestros formadores el cansancio de la conversión, la dificultad de dejar todo por seguir a Cristo, de la respuesta generosa a pesar del sacrificio. Durante el transcurso formativo, cultivad con empeño constante y procurad un corazón recto y sincero, una vida sin hipocresía y una mirada transparente para vivir la verdadera comunión con Dios y con los hermanos.
Frente a nosotros se abre el horizonte y el camino hacia la Asamblea Sinodal del 2018 sobre el tema “jóvenes fe y discernimiento vocacional”. Con la Iglesia universal miramos el futuro con gran esperanza a pesar de los desafíos de nuestro tiempo. En la historia de salvación, la noche tiene siempre una misteriosa fecundidad. Unidos en la oración confiamos en la materna intersección de María Santísima y de nuestro Santo Padre Camilo, las alegrías, las preocupaciones y los desafíos de la promoción vocacional y de la formación de la vida consagrada de nuestra Orden.