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04/04/21

Mensaje de Pascua 2021 del Vicario General

Compartimos el mensaje de Pascua del p. Lauren Zoungrana, Vicario General de la Orden a toda la gran Familia de san Camilo con motivo de la Celebración de la Pascua de Resurrección

Cristo ha resucitado, ¡Aleluya!

Queridos cohermanos, hermanos y hermanas de la Familia Carismática Camiliana, Queridos enfermos y sufrientes y todos los que los cuidan y queridos amigos de los Camilos:

La preparación cuaresmal ha terminado; Celebramos con gran alegría la Pascua del Señor, la Resurrección de Jesucristo, la Victoria del Hijo de Dios sobre el pecado y la muerte.

En la situación de la pandemia de Covid-19, que pone a prueba a toda la humanidad, la Pascua no puede celebrarse en todas partes como es costumbre tanto litúrgica como socialmente. Sin embargo, esta realidad no quita nuestra paz profunda que proviene de saber que el Señor Jesús murió y resucitó, prenda de nuestra salvación, primicia de nuestra resurrección, fortaleza de gracia para nuestro camino diario. Con su muerte en la Cruz y su Resurrección, Jesús nos hizo hermanos y hermanas y nos atrae a la Familia Trinitaria.

Como bien dice Monseñor Domenico Sorrentino, obispo de Asis - Nocera Umbra-Gualdo Tadino: "Mientras el mundo sufre una pandemia que pone en dificultades a muchos pueblos y nos hace sentir hermanos en el dolor, no podemos evitar sentir la necesidad de transformarnos sobre todo en hermanos en el amor”. Sí, somos hermanos y hermanas no solo en el dolor sino también en el amor; somos hermanos y hermanas en el amor de Dios manifestado en su primogénito muerto y resucitado y estamos llamados a mostrar la solidaridad fraterna o amor fraterno en nuestra vida. En palabras del Papa Francisco: “al amor no le importa si el hermano herido es de aquí o es de allá. Porque es el «amor que rompe las cadenas que nos aíslan y separan, tendiendo puentes; amor que nos permite construir una gran familia donde todos podamos sentirnos en casa. […] Amor que sabe de compasión y de dignidad»"(Fratelli Tutti, 62)".

Queridos amigos, os deseo a cada uno de vosotros una Santa Pascua en mi nombre y en nombre de los Consultores; que la gracia de esta solemnidad nos hagan crecer en la solidaridad fraterna con todos y especialmente con los que sufren; que la gracia de la Pascua del Señor inunden nuestros corazones, sanen nuestras heridas, alivien nuestros dolores y sufrimientos, apacigüen nuestras ansiedades y temores, aviven nuestras vidas y hagan crecer nuestro amor a Dios y al prójimo. Queridos amigos, escuchemos al ángel que nos invita como a las mujeres en la mañana de Pascua: "¡No tengáis miedo! Sé que estáis buscando a Jesús el Crucificado. No está aquí. Ha resucitado como dijo; venid y ved el lugar donde fue puesto” (Mt 28,5).

Como María Magdalena, podemos convertirnos en heraldos de la Resurrección de Cristo no sólo con palabras, sino sobre todo con gestos concretos de servicio fraterno a Jesús Resucitado que se identifica en cada hermano y hermana.