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16/12/11

La enfermedad es la realidad más ecuménica ya que interroga al hombre sobre Dios y sobre el mismo hombre

1.- ¿Cómo suena en un hospital que la Palabra de Dios da vida y nos sana el corazón al leer a Biblia? Primeramente he de decir que el hospital es un organismo social vivo. Por él pasa la sociedad entera, de una clase social y de otra; creyentes y no creyentes; cristianos, católicos, musulmanes, judíos... La enfermedad es la realidad más ecuménica de todas, pues, interroga al hombre sobre Dios, y sobre el mismo hombre. La Palabra de Dios a unos le suena indiferente; a otros, necesaria para alimentar su dimensión espiritual y religiosa. En los encuentros con los enfermos en sus habitaciones, descubro cómo se acercan a la Biblia. Algunos colocando muchas estampas, otros leen el N.T., rezan la Liturgia de las Horas... Por tanto, en el hospital la Palabra suena en el enfermo con eco diverso, interpeladora y más cercana a Dios. 2.- ¿Qué significa para usted que el hospital es un lugar privilegiado para escuchar la Palabra de Dios y comprender la vida de Jesús? El hospital es un areópago donde se pueden escuchar muchas voces, también, y sobre todo, la voz de Dios a través de su Palabra. El enfermo está interiormente muy confuso, aturdido, preocupado... no encuentra el momento adecuado para el sosiego interior y para ponerse a leer y “escuchar” la Palabra de Dios, necesita antes tener el hábito de su lectura, de su sabor espiritual y entonces encontrará la paz y la fuerza que necesita. Los católicos no somos, en general, cristianos de oración bíblica. Hay que reconocerlo. En esto hemos de avanzar mucho. El católico que pasa por el hospital es el mismo que está en la hermandad, en la parroquia, en el Movimiento... 3.- ¿Qué tiene que decir a los familiares y enfermos que leen poco la Biblia? Sabemos que la Palabra de Dios es fuente de vida. Que no se puede comparar a ninguna otra devoción, a ninguna otra oración, a ninguna otra lectura espiritual. En mi ministerio hospitalario, sacramental y relacional, cuando éste lo requiere, recurro siempre a un texto bíblico adecuado a la realidad de lo que vive el enfermo, o la familia. La Palabra de Dios ha de conectar con la realidad vivida por el enfermo. El Díptico, “Según TU Palabra”, Mensaje de Buenas Noticias, que se reparten por el hospital, constituyen una buena manera de fomentar la lectura y la oración bíblica. Observo cómo algunos enfermos y familiares hacen uso de estas publicaciones. También se reparten 110 ejemplares de la Hoja Dominical Diocesana que contiene el Evangelio dominical. Por último la Hoja del Servicio Religioso Católico del Hospital tiene citas de las tres lecturas del domingo, y se distribuyen 100 ejemplares para los enfermos y familiares. Éstas son formas sencillas de ofrecer la Palabra de Dios a los enfermos.