Actualidad


11/02/16

Encuentro Intercongregacional: Religiosos Camilos, Ministras de los Enfermos e Hijas de San Camilo

Ayer 11 de febrero día de la Jornada Mundial de oración por los enfermos y la fiesta litúrgica de la Virgen de Lourdes, los superiores generales P. Leocir Pessini (Religiosos Camilos), Madre Zelie Andrighetti (Hijas de San Camilo) y la madre Laureta Gianesin (Ministras de los enfermos de San Camilo) y sus respectivos consultores, se reunieron en la casa generalicia de las hijas de san camilo en Grottaferrata (Roma) para una jornada de espiritualidad y de reflexión sobre la vida camiliana y el tema de la misericordia. El encuentro ha comenzado con un intenso compartir espiritual sobre la dimensión de la misericordia en los santos y beatos de la gran familia camiliana: San Camilo, el beato Enrico Rebuschini, el Beato Luis Tezza, la beata María Domenica Brun Barbantini y la beata Josefina Vannini.

Palabras del P. Leocir Pessini en el encuentro:

El objetivo de nuestro encuentro es el de comenzar a responder a algunas cuestiones de mayor unidad carismática: Que podemos hacer juntos como religiosos y religiosas que pertenecemos a la gran familia de San camilo? ¿Qué posible colaboración podemos tener, compartiendo recursos y proyectos?
La experiencia de la misericordia de Dios ha trasformado plenamente la vida de nuestros fundadores convirtiéndolos a la fe viva, la esperanza ardiente y a una caridad más profunda en su itinerario vocacional y de elección carismática. La misericordia de Dios que han experimentado les ha permitido reconocer con humildad sus limitaciones personales y su fragilidad, confiando en la bondad de Dios, soportando las tribulaciones, los límites, las resistencias que vienen del mundo y de las relaciones con los demás: todo asumido con paz, determinación, serenidad y perseverancia. La misericordia de Dios ha sido percibida por nuestros santos como experiencia apasionante de la presencia constante, intima e irresistible de Dios en la Historia personal: presencia que se trasforma en experiencia de protección, de apoyo frente a las dificultades, disgustos, duelos, fallos y al mismo pecado… La misericordia de Dios para nuestros santos ha sido también una fuente de verdad para su propia vida y para la vida de las personas que han encontrado: su benevolencia y amabilidad no era falsa, sino que por el contrario siempre estaba iluminada de la verdad: la medicina benéfica y saludable de la misericordia requiere siempre un diagnóstico previo de la verdad de nuestras situación concreta de la vida.
La misericordia de Dios (Regalo de Dios, acogido, meditado,…) Recibida, acogida y vivida, se trasforma después en fuente de compasión (Experiencia compartida con el hombre) que anima, acoge, cuida, se hacer cargo en el servicio de los enfermos. La misericordia de Dios No puede ser retenida ni conservada en modo autónomo y de forma autorreferencial, sino que se convierte en experiencia profunda que desborda en los encuentros y en las relaciones, sobre todo en el dolor, en el sufrimiento,… ofreciendo fortaleza, serenidad, incansable espíritu de iniciativa, plena confianza en la presencia de la providencia del Señor y en la bondad del corazón y de la libertad humana.
La misericordia de Dios, en la vida de nuestros fundadores, se convierte para ellos, no en teoría sobre el amor de Dios, no en un elemento de protección o de seguridad que los distancia de la historia del hombre, sino en un estímulo para crecer en la resiliencia dentro de la historia, con el fin de que pueda convertirse en una historia de salvación para sí mismo y para los demás