Como signo de nuestra unidad en el Señor y de nuestra vocación camiliana, a pesar de nuestra diversidad de origen, edad y vida, el día 24 de enero de 2015, en la Casa General de las hermanas Ministras de los enfermos (Roma) hemos vivido un momento histórico con la celebración de este Primer Encuentro (con el deseo de sea el primero de muchos más), de fraternidad, de conocimiento reciproco, de intercambio de nuestras expectativas, proyectos y desafíos. En nosotros es fuerte el deseo de servir siempre mejor al Señor desde nuestra consagración en el cuidado de los enfermos y de aquellos que los cuidan. Hemos sido escogidos desde diversos ámbitos de ministerio, para aprender y crecer juntos en la coordinación y en la animación de nuestros religiosos y religiosas. Recogemos y compartimos algunas sanas provocaciones de renovación para nuestra vocación religiosa que el papa Francisco nos lanza en consonancia con este Año dedicado a la Vida Consagrada:

• Abrazar el pasado con agradecimiento, para recordar, narrar y mantener viva nuestra identidad;
• Vivir hoy el “fuego del misterio” de nuestro carisma con la pasión de la vida de nuestros Fundadores, llena de gozos y esperanzas, de dolores y pruebas, para vivir así en el presente (kairos) con compasión samaritana;
• Mirar al futuro con esperanza, un futuro que deseamos sea signo de la unidad y de colaboración – recursos humanos, intelectuales, ministeriales, espirituales, formativos, de gestión, momentos de espiritualidad y de oración – para fortalecer la unidad de la San Camilo, el beato Luís Tezza, la beata María Dominica Brun Barbantini y nuestros Mártires de la Caridad, continúen a acompañarnos, sostenernos y provocarnos con su testimonio de vida. Roma. 24 enero 2015