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14/08/20

El primer pensamiento que tuvo Camilo de instituir la Compañía

Mañana 15 de agosto la Iglesia en el mundo celebra la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María al cielo, una fiesta muy especial para los religiosos camilos, que  recordamos que en la víspera de este día,  Camilo de Lelis tuvo la inspiración de crear “una compañía de hombres piadosos y de bien, que no por un salario, sino voluntariamente y por amor de Dios, sirvieran a los enfermos con la caridad y el cariño que sienten las madres por sus propios hijitos enfermos”

Con motivo de esta celebración queremos recordar estos momentos tan fundamentales en la vida de Camilo y de la Orden, tomando como referencia el relato que nos ofrece su biografo y compañero Sancio Cicateli:

El primer pensamiento que tuvo Camilo de instituir la Compañía

Mientras Camilo ejercía el cargo de mayordomo, día a día crecía en él la caridad hacia los enfermos de su hospital y reflexionaba sobre cómo podría alcanzar la altura de esta santa virtud, mucho más preclara que todas las demás virtudes. Le apenaba, en gran manera, ver cómo sufrían por el trato de los empleados mercenarios, especialmente cuando los llamaban por la noche y no respondían ni acudían a ayudarles, pensando que nadie los veía. Pero Camilo, en más de una ocasión y a propósito, se escondía entre las camas de los enfermos para vigilar o acudía él rápidamente, cuando los oía pedir ayuda desde su habitación, y después reprendía con severidad a los empleados e incluso los dejaba sin comida como castigo.

Aun que tenía muy vigilados a aquellos hombres mercenarios, se daba cuenta de que al no proceder su servicio del verdadero amor, sino solamente del interés por el salario, frecuentemente faltaban a su deber, en detrimento de los pobres.

Estando , pues , una noche ya tarde (podía ser la una de la madrugada) en medio del hospital preocupado por estas consideraciones, se le ocurrió el siguiente pensamiento: Que tal inconveniente no se podía remediar si no librando a los enfermos de aquellos mercenarios, instituyendo en su lugar una Compañía de hombres piadosos y de bien que, no por salario, sino voluntariamente y por amor a Dios, los sirviesen con la caridad y ternura que suelen emplear las madres con sus propios hijos enfermos.

Se le ocurrió igualmente en esta primera idea que estos piadosos hombres (para que fueran conocidos en la ciudad) podrían llevar algún distintivo en el vestido, por ejemplo una cruz u otra cosa parecida.

Vuelto en sí de sus reflexiones se propuso, con la ayuda del Señor, ser él quien diera comienzo a tal obra, empeñando todas sus fuerzas para llevarla a término.

Esto le sucedió el año 1582, undécimo del pontificado de Gregorio XIII, en tomo a la fiesta de la Asunción de la Virgen de Agosto.

Este primer pensamiento (simple esbozo del que sacó Dios la Orden) no aspiraba más que a formar una sencilla compañía de seglares, elegidos entre los más generosos de los empleados del propio Hospital de Santiago. De ninguna manera pensó entonces en fundar una Congregación, ni en salir de dicho hospital. Tampoco en servir a los apestados, recomendar el alma a los agonizantes o en visitar a los encarcelados. A todo esto, poco a poco, le fue encaminando Dios; estimulando aquella primera y sencilla idea, según veía que progresivamente se iba ensanchando la capacidad de entendimiento de Camilo.