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17/11/17

El Papa Francisco critica el "ensañamiento terapéutico" en los enfermos terminales

El diario el Mundo tanto en su versión offline como online del pasado 17 de noviembre hace eco del comentario que José Carlos Bermejo, hace de la carta que el Papa Francisco ha escrito a Mons. Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida y a los participantes en el Encuentro Regional Europeo de la Asociación Médica Mundial (Vaticano 16 y 17 nov.) sobre el encanizamiento terapéutico y la cultura paliativa:

Hora de la cultura paliativa

“Francisco escribió por carta a Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida: "No es obligatorio emplear siempre todos los medios terapéuticos potencialmente disponibles, y en casos determinados, es lícito abstenerse". Es algo que ya afirmaban sus predecesores, desde el Papa Pío XII, y los que promueven las siete leyes autonómicas existentes en España sobre derechos y garantías de las personas al final de la vida. El Papa desea una cultura paliativa, no sólo unos cuidados paliativos. Se le ve preocupado por cuidar a los más frágiles, cuidar siempre, no abandonar nunca. Francisco se opone al llamado encarnizamiento técnico (diagnóstico o terapéutico). Sabe que muchas personas mueren de una forma angustiante, con dolor y en soledad, y que para dar una respuesta adecuada se requiere "un suplemento de sabiduría, porque hoy es más insidiosa la tentación de insistir con tratamientos que producen potentes efectos en el cuerpo, pero no benefician al bien integral de la persona". El que habla es un jesuita que sabe que en los países ricos corremos "el riesgo de depender más de la disponibilidad económica de las personas que de las efectivas exigencias de curación".Sostener funciones biológicas -o sustituirlas- puede ser insuficiente porque en ocasiones esto no equivale a promover la salud, afirma un Papa que apuesta por humanizar el cuidado de la vida y del morir, condenando la eutanasia y proponiendo la solidaridad compasiva. Un renovado no a la eutanasia y una importante apuesta por los cuidados paliativos y la cultura paliativa, humanizadora de la solidaridad compasiva al final de la vida.
(Tomado del diario el Mundo del 17 de noviembre de 2017. )