El Centro San Camilo celebra la XII Jornada de Voluntariado
El pasado domingo 30 de noviembre, el Centro San Camilo, en Tres Cantos, celebró su XII Jornada de Voluntariado, un encuentro que reunió a decenas de voluntarios y coordinadores para reflexionar, agradecer y renovar el compromiso con la humanización del cuidado, signo distintivo de la espiritualidad camiliana.
La jornada comenzó con una Eucaristía, para después dar paso a una mañana de diálogo, formación y reconocimiento del camino compartido. Francisco Rodríguez, director de Recursos Humanos, dio la bienvenida oficial antes de la intervención central de Rosa Ruiz, quien invitó a los presentes a profundizar en la esperanza como actitud que sostiene el servicio voluntario: “Voluntariado: ¡Venga esperanza!”.
Un voluntariado vivo y diverso
Durante la sesión “Estado del arte del voluntariado San Camilo”, tomaron la palabra los responsables de los distintos ámbitos:
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Marisa Magaña, directora del Centro de Escucha.
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Xabier Azkoitia, responsable de acompañamiento al final de la vida y voluntariado residencial.
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Pablo Posse, responsable del voluntariado de actividades en el Centro Asistencial.
Los diferentes grupos —soledad al final de la vida, paliativos, residencia, Centro de Escucha, animación, administración— compartieron su experiencia y evolución, visibilizando el impacto humano y espiritual que generan en la vida del Centro.
El mensaje del Hno. José Carlos Bermejo: el voluntariado, “oro molido”
El acto concluyó con la intervención del Hno. José Carlos Bermejo, Director General del Centro San Camilo, quien se dirigió a los voluntarios con palabras de profundo agradecimiento y calidez. Definió al voluntariado como “oro molido, oro para este Centro”, expresión que sintetiza su convicción de que quienes acompañan desde la gratuidad encarnan de manera privilegiada el carisma de San Camilo, llevando “el corazón en las manos”.
En su reflexión, Bermejo destacó aspectos esenciales del compromiso voluntario:
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Una forma de ciudadanía solidaria que combate la soledad no deseada.
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Un modo de sanar las propias heridas, convirtiéndose en “sanadores heridos”.
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Una ecología espiritual, donde nos hacemos cargo unos de otros.
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Un camino de sinodalidad, basado en la escucha, el encuentro y el servicio.
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Una actualización del carisma camiliano, hecho de cordialidad, compasión y cuidado humanizado.
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Una manera de seguir a Jesús, “revolucionario cultural y humanizador por excelencia”.
El Director General subrayó además la importancia de la escucha —tema ampliamente desarrollado en el Sínodo de la Iglesia— recordando que “quien escucha al otro escucha a Dios”. Los Centros de Escucha, dijo, son “signos proféticos” en una sociedad herida por la indiferencia.
Finalmente, anunció que 2026 será para el Centro el “Año de la Belleza”, invitando a todos a reconocer y promover la belleza que nace del cuidado, del encuentro y del servicio generoso.
La jornada concluyó con el ritual de acogida de los nuevos voluntarios, quienes firmaron su compromiso y recibieron la Carta de Identidad del Voluntariado San Camilo. Tras ello, todos compartieron un almuerzo fraterno.
