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15/07/25

El p. Vu Anh Hoàng (Joseph)regresa a Vietnam tras dos años de entrega, alegría y misión compartida

Tras dos años de intensa vivencia y entrega en nuestra Provincia, el p. Vu Anh Hoàng (Joseph), religioso camilo procedente de la Viceprovincia de Vietnam, regresa a su país natal. Su estancia entre nosotros ha sido una experiencia profundamente enriquecedora, tanto para él como para la comunidad camiliana de España.

Desde su llegada a Tres Cantos el 16 de junio de 2023, el p. Joseph asumió con entusiasmo el reto de integrarse en una nueva cultura, aprender nuestro idioma y conocer de cerca la misión y el carisma que los religiosos Camilos desarrollan en España. En todo este tiempo, se ha hecho querer por su cercanía, su alegría contagiosa y su testimonio humilde y entregado.

Durante su estancia, ha ejercido su ministerio como capellán en el Centro San Camilo, donde ha acompañado con ternura, dedicación y presencia compasiva a residentes, enfermos, familias y profesionales. A pesar de las dificultades  con el idioma, el joseph no ha dejado de comunicar vida con gestos, sonrisas, cantos y palabras sencillas cargadas de afecto y espiritualidad.

También ha aprovechado este tiempo para formarse en el ámbito del acompañamiento emocional, cursando el Máster en Counselling, lo que ha profundizado aún más su capacidad de escucha y cercanía con quienes sufren.

Con su regreso a Vietnam, el p. Joseph asume ahora una nueva y significativa responsabilidad como director de una residencia para personas mayores. Este proyecto, que ha podido sacar adelante gracias a su ingenio, dedicación y espíritu incansable, ha contado con el apoyo generoso de innumerables benefactores. Su visión y compromiso con el cuidado de los más frágiles continúan dando frutos al otro lado del mundo, en consonancia con el carisma camiliano de servicio a los enfermos y a los que sufren.

Lo recordaremos con especial cariño por su creatividad musical y por aquella canción que se convirtió en su sello personal: “¡Comed, comed, comed! ¡Bebed, bebed, bebed!”, con la que, entre sonrisas y ritmo, se hacía cercano a residentes y enfermos, acompañándoles incluso en los momentos más delicados del final de la vida.

Con su partida, no solo despedimos a un hermano, sino que celebramos el regalo de estos dos años de fraternidad, de comunión camiliana y de crecimiento mutuo. Le agradecemos profundamente su testimonio sencillo y apasionado, su compromiso en el ministerio y su capacidad de tender puentes entre culturas.

¡Gracias, p. Vu Anh, por tu entrega, tu alegría y tu fidelidad al carisma camiliano! Te acompañamos con nuestra oración y afecto en este nuevo capítulo de tu vida y misión.