Celebramos el día de San Camilo
Con inmensa alegría, celebramos el 11 de julio (adelantando la fecha) la festividad de San Camilo de Lelis, patrón de los enfermos y de los profesionales del mundo de la salud. En el Centro San Camilo de Tres Cantos, celebramos a nuestro santo patrón y fundador de los Ministros de los Enfermos con una jornada profundamente significativa, que como todos los años hacemos coincidir con el último día de la Escuela de Pastoral de la Salud, para así incluir a estos alumnos en la celebración.
Para celebrar este día conectando con la espiritualidad camiliana, la clausura de la Escuela de Pastoral de la Salud el P. Luciano Sandrín ofreció una profunda exposición sobre el la confianza, invitando a cultivar esta actitud indispensable para el cuidado.
La jornada continuó con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Obispo auxiliar. D. Vicente Martín Muñoz , quien animó a la asamblea a mirar la vida de los santos como ejemplos vivos del Evangelio. En particular, destacó la figura de San Camilo como modelo de entrega al servicio de los enfermos.
Tras la misa, vivimos un entrañable acto conmemorativo en honor a San Camilo y al legado camiliano:
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D. Francisco Rodríguez, director de Recursos Humanos del Centro, fue el encargado de conducir el acto.
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Hno. Long, superior de la comunidad camiliana de Tres Cantos, tomó la palabra para saludar afectuosamente a los presentes y expresar su gratitud por la entrega y el compromiso de todos los trabajadores que colaboran en las distintas áreas de la Provincia. En tono distendido, compartió que, a pesar de las barreras idiomáticas, puede seguir de cerca la evolución de las actividades gracias a los números, que —como señaló con simpatía— “son iguales en Vietnam que en España”.
Seguidamente, presentó un resumen de los principales datos estadísticos relacionados con las actividades desarrolladas, subrayando la importancia de quienes las hacen posibles: los trabajadores, a quienes definió como un pilar esencial para la vida y misión de la Provincia.
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D. José Manuel Martínez, gerente del centro ,pronunció un emotivo discurso en el que destacó la importancia de celebrar la vida y el legado del santo. “No hay nada tan trágico como estar vivo y no disfrutar de la vida”, expresó al comienzo de su intervención, subrayando que celebrar es una forma de agradecer los regalos que la existencia nos ofrece. Afirmó que hay muchos motivos para celebrar, especialmente al conmemorar la vida y la obra de San Camilo, que inspira y une a religiosos, residentes, pacientes, estudiantes, voluntarios, profesores y colaboradores.
José Manuel enumeró diversos valores que brotan del carisma camiliano, como la solidaridad —entendida como la voluntad de ayudar al que lo necesita—, la caridad —como virtud del corazón que se expresa en el trato delicado y humano—, el sentido samaritano de la vida —centrado en la compasión y la ayuda desinteresada—, el compromiso —como herramienta para transformar promesas en realidades—, así como el altruismo, la gratuidad, el acompañamiento y la ternura. Estos, afirmó, son regalos que nos brinda San Camilo y que merecen ser celebrados y compartidos desde cada rol y vocación, en favor de los más vulnerables. Con un tono cercano y esperanzador, agradeció la presencia y la vinculación de todos los que hacen parte de la obra camiliana, animándolos a seguir comprometidos con su espíritu: “La vida se celebra”, insistió, recordando también con humor que, para vivirla plenamente, “algo nos toca hacer a nosotros”.
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Cerró el acto el Hno. José Carlos Bermejo, superior provincial de los religiosos camilos, presentó el acto con una emotiva intervención en la que subrayó el valor simbólico y espiritual de este nuevo lugar, inspirado en la encíclica del papa Francisco y en el espíritu franciscano que también animó a San Camilo.
El anfiteatro, construido con financiación del 0,7% del IRPF, cuenta con una estructura accesible, rodeado de naturaleza, con detalles artísticos y simbólicos que evocan la historia camiliana, la fraternidad universal y la humanización del cuidado. Se trata de un espacio polivalente, con capacidad para más de 160 personas, que acogerá actividades docentes, celebraciones religiosas y momentos de animación para residentes, profesionales y visitantes.
La intervención de Bermejo, recorrió también anécdotas históricas sobre los múltiples intentos de San Camilo por ser franciscano capuchino, así como la riqueza simbólica de los elementos arquitectónicos y artísticos del nuevo anfiteatro. Una mención especial mereció el relato de la escena de Aquiles y Príamo —presente en uno de los bajorrelieves— como imagen profunda de la humanización en medio del sufrimiento.
“Queremos que este espacio sea una celebración del cuidado, la belleza y la vida en todas sus formas. Que aquí se respire respeto, encuentro y esperanza”, expresó Bermejo.
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El acto cerró con un ágape fraterno entre todas las personas que participan de la vida del centro inaugurando el nuevo espacio Laudato sí, una aula al aire libre que permitirá a los estudiantes del centro San Camilo y a los residentes, enfermos y familiares disfrutar de este nuevo espacio de humanización.
Esta jornada nos anima a recordar y revivir la figura de San Camilo de Lelis, su obra y su legado. Que su testimonio continúe inspirando a tantos que, con vocación y entrega, se ponen cada día al servicio de quienes más lo necesitan: nuestros amos y señores, los enfermos.
¡Feliz Día de San Camilo!
