Despidiendo la semana con un cuento

Los mil espejos

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada.

Un día, buscando refugiarse del sol, un perrito logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera y, al terminar de subirlas, se topó con una puerta semiabierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta de que dentro de ese cuarto había mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo. Luego sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto, se quedó pensando para sí: «¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir muchas veces a visitarlo!».

Tiempo después, otro perrito callejero entró en el mismo lugar, pero, a diferencia del primero, al ver a los otros mil perritos, se sintió amenazado, ya que creía que lo miraban de manera agresiva. Luego empezó a gruñir y, naturalmente, vio cómo los mil perritos le gruñían a él.

Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también. Cuando este perrito salió de allí pensó: «¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar aquí!».

En la portada de aquella casa había un viejo letrero que decía: «La casa de los mil espejos».

Para reflexionar

– Es fácil que allí donde voy me encuentro lo que llevo,
particularmente …

– El entorno donde más dificultad experimento para
añadir el bien es …

– Me siento especialmente confrontado en los espejos
que me devuelven mis sentimientos de …

Despidiendo la semana con un cuento

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice a éste:

– Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia …

– ¡Espera! -le interrumpe el filósofo-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

– ¿Las tres rejas? -preguntó el discípulo.

– Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

– No. Lo oí comentar a unos vecinos.

– Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien?

– No, en realidad no. Al contrario.

– ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

-A decir verdad, no.

– Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

Para la reflexión:

– También yo me apunto a hablar mal de los demás, sobre todo …

– Contribuyo con la cadena de «maledicencia» sin pasar las cosas especialmente por la reja de …

– Y cuando hablan mal de mi, yo …

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¡Cuentos para humanizar!

Disfruta todos los viernes con la lectura de un cuento que os proponemos desde la Pastoral Juvenil de los Religiosos Camilos.

Como última propuesta de la semana os traemos esta sección de cuentos. A partir de hoy, todos los viernes abriremos el fin de semana con una propuesta para probar, degustar y saborear la sabiduría de un cuento.

Los cuentos son pequeñas gotas de la esencia de la sabiduría humana y humanizadora con la que aprendemos desde que somos pequeños, esta esencia nos inspira y lleva a iluminar nuestros valores en la medida en que están representados en estas palabras.

Os invitamos a dedicar diez minutos a contemplar las palabras y moralejas que contienen estos breves textos y quizá os sorprendáis encontrando la respuesta a un problema, o cambiando la perspectiva vuestra mirada sobre una experiencia personal, o identificando una herramienta para ayudar a otra persona que lo necesita… Sobre todo os animamos a compartirlo, a leerlo a otras personas y disfrutar de un momento de intimidad y profundidad desde el cuidado y el cariño.

Esperamos que estos breves relatos sirvan para abrir nuevos horizontes y contribuir a generar espacios de cuidado, disfrute personal y relacional.

El cuento de la escalera: