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02/05/17

Sintesis del III Encuentro Internacional de Párrocos y Rectores de Iglesias de los Religiosos Camilos.

Del 19 al 23 de abril se realizó en el Centro Santa Fe de san Pablo (Brasil) el III encuentro internacional de Párrocos y Rectores de Iglesias de los Religiosos Camilos. 48 participantes, entre religiosos camilos y colaboradores laicos en representación de 15 Naciones y de diversas Provincias y Delegaciones de la Orden. De la Consulta General participaron en este encuentro P. Leocir Pessini, Superior General, P. Aris Miranda, Consultor General para el ministerio y P. Gianfranco Lunardon, Consultor General y rector de la iglesia Santa María Magdalena de Roma.
El encuentro ha sido organizado por la Provincia de Brasil ya que en el contexto de la Orden, es quien tiene la responsabilidad con el mayor número de parroquias (10 en total), y ha elaborado un Estatuto relativo al ministerio camiliano de parroquia, que es un importante instrumento de referencia y de guía para el ministerio en este ámbito de la pastoral eclesial. Este documento será el instrumentum laboris para la preparación de Líneas guía para todas las Parroquia de la Orden.
Los momentos de reflexión y del compartir han sido alrededor de la identidad de la parroquia de perfil ‘camiliano’: la parroquia camiliana como ‘hospital abierto’, donde conocer, amar y servir sobre todo a los pobres y enfermos, entre koinonia (lugar de comunión), kerigma (anuncio de la Palabra de salvación), diakonia (misión y servicio de caridad).
El objetivo del encuentro ha sido elaborar unas Líneas guía que puedan acompañar la misión de los Religiosos Camilos a quien le es confiada la responsabilidad pastoral de una parroquia. Las actividades desarrolladas por los Religiosos Camilos deben tener su especificidad, porque – como afirma en Papa Francisco – el pastor debe emanar el olor de sus ovejas, y también las ovejas deben respiran el olor de su pastor.
Ante un siempre más marcado pluralismo cultural y religioso nuestras comunidades parroquiales están llamadas a ser “comunidad de comunidades” que sepan acoger y escuchar los miedos y las esperanzas de la gente, los interrogantes y las expectativas (cfr. Gaudium et Spes 1),
La parroquia ‘misionaria’: - está formada por ‘discipulos misioneros’ del Señor, que en la diversidad de sus dones y carismas (sacerdotes, consagrados/religiosos, laicos) se entregan al servicio de la fe.
Las parroquias camilianas deben seguir asegurando la dimensión popular de la Iglesia, renovando el vínculo con el territorio en sus concretas y múltiples dimensiones sociales y culturales.
Las parroquias camilianas necesitan de nuevos protagonistas: una comunidad que se sienta responsable del Evangelio, con pastores sensibles en promover carismas y ministerios, sosteniendo la formación de los laicos, con sus asociaciones, creando espacios de real participación. Con una particular solicitud hacia aquellos que se empeñan en el mundo de la salud, del voluntariado social, de la promoción social.
Las parroquias camiliana están llamadas a cultivar e implementar unas actitudes de fondo, como son la hospitalidad, la búsqueda y la identidad.
La hospitalidad consiste en saber hacer espacio para quien es, o se siente, de algún modo extraño, extranjero en medio de la comunidad parroquial pero carga con toda su inquietud y la fatiga de la propia búsqueda en la fe pero también en la vida y en las relaciones.
La búsqueda de aquellos que no cultivan más preguntas sobre Dios o de aquellos que el sufrimiento – físico, relacional, espiritual – ha llevado a un estado de apatía hacia la vida misma, debería ayudarnos a evitar el cierre en formas de ministerio auto-referencial, para experimentar un ministerio permanentemente ‘salir hacia las periferias/ hacia fuera’ (cfr. papa Francisco).