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05/10/16

Francisco visita a los Religiosos Camilos en Georgia

El encuentro más emocionante de la visita del Papa a Georgia ha sido la visita a un lugar de dolor pero también de visible amor: el centro médico gratuito de los Religiosos Camilos en las afueras de la capital, que ayuda a decenas de miles de personas pobres y a refugiados de Abjasia y Osetia del Sur, en su abrumadora mayoría ortodoxos. El papa Francisco visitó este gran centro médico que gestionan los Religiosos Camilos en la periferia de Tiflis y que ofrece asistencia gratuita a cerca 400.000 personas al año, entre ellas las más pobres y necesitadas. Francisco recordó que el cuidado a los enfermos que se quedan fuera del sistema sanitario estatal o privado no es una actividad marginal pues, según ha comentado durante la visita, “las iniciativas de caridad son el fruto maduro de una Iglesia que sirve, que ofrece esperanza y manifiesta la misericordia de Dios”.
Uno de los Camilos, el padre Zurab, en su discurso pidió a Francisco unas palabras que les animen a continuar "ante un camino a veces difícil y lleno de obstáculos".
Ante los trabajadores del centro y algunos enfermos, Francisco les animó "a continuar por esta senda exigente y fecunda: las personas pobres y débiles son la 'carne de Cristo' que interpela a los cristianos de cualquier confesión". A los enfermos, Francisco les aseguró: "Dios nunca os abandona, siempre está cerca, pronto a escucharos, a daros fortaleza en los momentos de dificultad […] Vosotros sois los predilectos de Jesús, que quiso identificarse con las personas que sufren, sufriendo él mismo en su pasión".
Sobre las actividades caritativas, Francisco aseguró que son "el fruto maduro de una Iglesia que sirve, que ofrece esperanza y manifiesta la misericordia de Dios".
Y concluyó animando a los religiosos a seguir con esta misión, "viviendo la caridad en la Iglesia y manifestándola en toda la sociedad, con el entusiasmo del amor que viene de Dios".
El encuentro con el Papa incluyó un espectáculo protagonizado por muchachos, que formaron pequeños castillos humanos de dos niveles. Finalmente, el Papa saludó a algunos enfermos que acuden a este centro, entre ellos muchos niños, y algunos de ellos dedicaron al pontífice algunos bailes y cantos.
El centro de los Religiosos Camilos responde a una iniciativa de Juan Pablo II el año anterior a su visita de 1999 a Georgia. El centro diurno que forma parte del complejo se llama «Lhasa» en recuerdo del primer paciente, fallecido de tuberculosis, cuyo nombre han querido conservar como un tesoro de familia. Entre los religiosos camilos que participaron de este encuentro se encontraban el Superior General de los Religiosos Camilos, P. Léo Pessini y el Ecónomo General, Hno. José Ignacio Santaolalla.

Visita a Georgia: “Pax vobis”

“Pax vobis“ es el lema de la visita apostólica del Papa Francisco a Georgia. Las dos palabras, tomadas del capítulo 20 del Evangelio de San Juan, han sido reproducidas en dos lenguas, el latín y el georgiano y están inscritas en el logo de la visita pontificia. La elección del tema de la paz quiere subrayar la coincidencia del viaje papal con el Año Santo de la Misericordia y representa una llamada a la pacificación del mundo y de aquella región asiática en particular.
Georgia, que logró la independencia de la URSS en 1991, tiene una extensión de 66.700 kilómetros cuadros y una población de cuatro millones de habitantes, aproximadamente. Su renta per cápita (PIB nominal) es de 3.863 dólares y el PIB-PPA de 9.600 dólares con los puestos respectivos 111 y 112 de todo el mundo. Georgia tiene una superficie de 69.700 km2 y una población de 4.506.000 habitantes.
Georgia fue una de las primeras naciones en adoptar el cristianismo como religión oficial en los primeros años del siglo IV. Hoy en día la mayoría de la población (84,6%) profesa el culto de la Iglesia ortodoxa y apostólica georgiana. Las minorías religiosas son: la Iglesia apostólica armenia, en torno al 3,9% casi todos los cuales son de origen armenio; los musulmanes representan el 7,1% de la población, casi todos los cuales son de origen azerbaiyano; los católicos representan alrededor del 2,5% de la población (unos ciento veinte mil) y se encuentran principalmente en el sur de Georgia y los judíos, que forman otro 0,8%.

La Iglesia católica en Georgia hoy

Los católicos presentes en Georgia son aproximadamente 112.000, es decir, el 2,5% de la población, y pertenecen a tres ritos diferentes: latino, armenio y asirio-caldeo-. Hay una circunscripción eclesiástica y 32 parroquias. Los obispos son 2 y cuenta con 28 sacerdotes; las religiosas son 37 y los religiosos 2, los catequistas 45 y los misioneros laicos 10. Los seminaristas son 14.
Una de las obras más importantes de la Iglesia católica en Georgia es Cáritas, presente especialmente en las zonas más pobres del país. También están presentes las Hermanas de la Caridad, los religiosos camilos y los salesianos. En Tbilisi existe la universidad católica Sulkhan Saba Orbeliani, fundada en 2002. Y en Ajaltsije, no hace mucho, ha sido abierto un monasterio de benedictinas, el primero y de momento único centro de vida contemplativa en el Cáucaso.
La Iglesia cuenta con 2 escuelas maternales y de primera enseñanza y con un centro de enseñanza superior. Por lo que concierne a los centros caritativos y sociales de propiedad de la Iglesia o que son dirigidos por eclesiásticos o religiosos, en Georgia hay 9 ambulatorios, 1 hogar para ancianos, inválidos o discapacitados, 1 orfanato o guardería, 2 consultorios familiares y 2 instituciones de otro tipo.

Historia de la iglesia de Georgia: una iglesia perseguida

La Iglesia en Georgia es una de las comunidades cristianas más antiguas. Según la tradición, el cristianismo llegó a esta tierra por medio de los apóstoles Simón y Andrés. Sin embargo, la verdadera evangelización del país se debe a una mujer.
En el año 337 el reino de Iberia -región al este de la actual Georgia- adoptó la fe cristiana como religión de Estado gracias a la obra evangelizadora llevada a cabo por santa Nino de Capadocia. La mujer recibió orden de la Madre de Dios para que predicase la fe en Cristo. Ella obedeció y preparó una cruz uniendo sarmientos de uva con su propio cabello. Se trata de una cruz latina con los brazos ligeramente inclinados hacia abajo. Se conoce como cruz de santa Nino o cruz georgiana, y es el símbolo por excelencia de la Iglesia ortodoxa georgiana.
En un primer momento la Iglesia de Iberia dependía del Patriarcado de Antioquía, pero en el año 467 logró su independencia. Con la aceptación del cristianismo surgió la necesidad de traducir la Biblia, y para tal fin se desarrolló el alfabeto georgiano propio. Como en otros lugares, la Iglesia cristiana en Georgia fue crucial para la aparición de los primeros textos en georgiano, principalmente religiosos. Monjes, santos y eruditos dieron a Georgia muchos de sus monumentos imperecederos de cultura y civilización.
Muchas veces Georgia ha sido invadida y desmembrada, pero su identidad y su unidad han sobrevivido hasta hoy. En 1801, Rusia se anexionó el país y en 1811 suprimió el Patriarcado. En 1918, cuando Georgia recuperó por poco tiempo la independencia, la Iglesia se declaró autocéfala y en 1943 Moscú lo aceptó. Bajo la Unión Soviética la Iglesia sufrió persecución y fuertes represiones. Muchos templos fueron destruidos o convertidos en edificios civiles. Si en el año 1917 había 2.455 iglesias abiertas, en 1985 estaban en activo solamente 80, junto a cinco monasterios y un seminario.

Intervención de Francisco en el Encuentro con las personas que trabajan en Obras de Caridad de la Iglesia frente al Centro de asistencia de los Religiosos Camilos

Queridos hermanos y hermanas
Os saludo con afecto y me complace encontrarme con vosotros, que trabajáis en el ámbito de la caridad aquí en Georgia, y que con vuestra solicitud expresáis de manera elocuente el amor al prójimo, distintivo de los discípulos de Cristo. Agradezco al P. Zurab las palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Vosotros representáis a los diversos centros caritativos del País: Institutos religiosos masculinos y femeninos, Cáritas, Asociaciones eclesiásticas y otras organizaciones y grupos de voluntariado. A cada uno expreso mi gratitud por el generoso compromiso al servicio de los más necesitados.
Vuestra actividad es un camino de colaboración fraterna entre los cristianos de este País y entre los fieles de diversos ritos. Este encuentro bajo el signo de la caridad evangélica es testimonio de comunión y promueve el camino de la unidad. Os animo a continuar por esta senda exigente y fecunda: las personas pobres y débiles son la «carne de Cristo» que interpela a los cristianos de cualquier confesión, que los mueve a obrar sin intereses personales, siguiendo únicamente el impulso del Espíritu Santo.
Dirijo un saludo especial a los ancianos, a los enfermos, a cuantos sufren y a las personas atendidas en las diversas obras de caridad. Me alegra estar un momento con vosotros y animaros: Dios nunca os abandona, siempre está cerca, pronto a escucharos, a daros fortaleza en los momentos de dificultad. Vosotros sois los predilectos de Jesús, que quiso identificarse con las personas que sufren, sufriendo él mismo en su pasión.
Las iniciativas caritativas son el fruto maduro de una Iglesia que sirve, que ofrece esperanza y manifiesta la misericordia de Dios. Por lo tanto, queridos hermanos y hermanas, tenéis una misión muy grande. Continuad viviendo la caridad en la Iglesia y manifestándola en toda la sociedad, con el entusiasmo del amor que viene de Dios. Que la Virgen María, icono del amor gratuito, os guíe y proteja. Que os sostenga también la bendición del Señor que invoco de corazón sobre todos vosotros.