Actualidad


14/11/14

Ébola: "La reapertura del hospital es nuestro principal objetivo"

No me puedo creer que lleve aquí, en Makeni, más de dos semanas. Siento como si llevara mucho más tiempo y me siento un miembro más del personal del Hospital Santo Espíritu (HSH). Llegué el domingo 26 de octubre y de inmediato me encontré P. Dominic Johnson, sacerdote de la parroquia del hospital, que me fue a recibir al aeropuerto y me llevó a su parroquia. Nada más llegar, lo primero que me llamó la atención es que en cada sitio te encuentras disponible un grifo de agua clorada con un cubo para lavarte las manos.
Después de descansar durtante 2 horas y participé en la celebración de la Eucaristía que presidió el P. Dominic. Fue una celebración con muchas canciones y con la participación de numerosos jóvenes. Al finalizar la misa, llegó Amadu, el conductor del coche que me traladaría a Makeni. Él me dio la bienvenida y las gracias por venir a su país para ayudarlos.

"Es increíble la ansiedad que se siente en el momento del control de temperatura".

El viaje a Makeni es complicado debido a los diferentes puntos de control que se encuentran durante el camino en los que se mide la temperatura como un indicador de una posible infección del Ébola. En estos puntos nos solicitaban una acreditación especial para continuar. Yo tenía una del “Hospital de Santo Espíritu” pero es increíble la ansiedad que se siente en el momento del control de temperatura.
Sabes que no tienes fiebre, pero teniendo en cuenta el calor que hace, te preguntas: "¿Qué hago si me dicen que tengo una alta temperatura?". Por suerte esto no ocurrió bien y llegamos a Makeni después de dos horas y media. Makeni es la capital de la provincia del norte de Sierra Leona. La provincia cuenta con cinco distritos: Bombali, Tonkolili, Koinadugu, Port Loko y Kambia. Makeni se encuentra en el distrito de Bombali y es su ciudad principal.
El P. Aris Miranda, religioso camilo, me dio una cálida bienvenida y, nada más llegar, nos reunimos en la casa de los religiosos javerianos donde reside gracias a la acogida que le ha ofrecido el P. Natale Paganelli, administrador apostólico de la diócesis.
Nos reunimos todos para hacer balance de la situación y para informarnos de las condiciones del hospital, las dificultades y qué hacer para ayudar a la apertura del hospital, que sigue siendo nuestro principal objetivo. Este hospital fue cerrado a los pacientes ingresados en agosto debido al alto riesgo para profesionales de la salud de infección por Ébola. Muchos profesionales habían fallecido, aunque ninguno de ellos lo hizo en el hospital. A partir de este análisis hemos deducido que ninguno de los profesionales fallecidos que habían adoptado las medidas de protección habían sido contagiados en el hospital.

"El miedo se percibe constantemente".

El miedo, aunque no se expresa abiertamente, se percibe constantemente. Creo que esto es fácil de comprender. Pensad en el nivel de miedo que teníamos antes de que partiera para Sierra Leona. Nuestros temores relacionados con la preparación, ¿qué hacer con la llegada de personas procedentes de países con alta infección de Ébola? ¿Con qué recursos se contará? ¿Qué protocolos se estarán llevando a cabo? ¿Cómo tratar los casos sospechosos y dónde tratarlos? La gente aquí tiene miedo de Ébola. Ellos tienen miedo de ir al hospital por temor a ser identificados de forma automática como “sospechosos” de estar infectados. Tienen miedo de ser “recluidos” a una cuarentena forzada. El personal tiene miedo de contraer el Ébola, incluso si se han tomado buenas medidas para reducir el riesgo de contagio. Una empresa de seguridad ha sido contratada para controlar la entrada y salida del hospital. Todos los que entran tienen que pasar por un control de temperatura.
La temperatura de cada miembro del equipo de atención médica se controla y registra todas las mañanas. Cualquier miembro del personal médico que entra en contacto con la familia o vecinos con fiebre de origen desconocido, o se sospecha de Ébola, se le invita a quedarse en su casa durante el periodo de cuarentena (21 días).

"Hay mucho trabajo práctico que hacer para preparar la reapertura".

El personal está dispuesto a reabrir el hospital pero también quiere estar protegido contra el virus. Hay mucho trabajo práctico que hacer para preparar la reapertura: limpieza general y fumigación de las habitaciones, almacenamiento de alimentos, fármacos, material sanitario (por ejemplo, equipo de protección personal). En realidad no se producirá la apertura del hospital hasta que funcione el laboratorio de la planta para diagnosticar Ébola. En la actualidad para diagnosticar un caso de Ébola hay que esperar un par de días al resultado del análisis. En las intervenciones quirúrgicas de cada día, el personal vive situaciones de ansiedad ya que cualquier fallecimiento es atribuido inicialmente como sospechoso de Ébola, de forma más intensa si esta se produce por razones desconocidas.

"La reapertura es de vital importancia para la población de la ciudad de Makeni".

Mi trabajo consiste en apoyar el hospital y al personal durante mi estancia. La cosa más importante que puedo hacer por ahora es hacer que el personal sienta mi presencia como un apoyo más. Por supuesto que tengo muchas tareas prácticas, en particular, como os decía, estoy trabajando para la reapertura del hospital porque la reapertura es de vital importancia para la población de la ciudad de Makeni. Si esto ya era muy importante antes del estallido de la infección del Ébola, ahora es urgente.
He dedicado mucho tiempo para reunir información sobre cómo se trabajaba en el hospital antes del brote de Ébola y cómo funciona ahora. La matrona, Ann Marie Koroma, y yo hemos evaluado todas las unidades de hospitalización para identificar las reparaciones necesarias estamos proponiendo las estrategias más adecuadas para promover un alto nivel de control de la infección. El personal ha recibido ya la capacitación de actualización en Ébola, higiene de la detección, prevención, tratamiento y la cuidados. Algunos de los cambios identificados para mejorar el control de la infección y reducir el riesgo de infección cruzada, será culturalmente difícil de lograr, como por ejemplo la restricción de visitas. Otras estrategias suponen un elevado coste económico, como la reducción del número de pacientes en cada habitación (de 5 a 3), la reducción del número de enfermeras por número de pacientes -una enfermera sería asignada a una habitación, y será responsable de toda la atención a los pacientes de esa habitación- de nuevo con el objetivo de limitar / reducir el riesgo de contaminación cruzada.
Pero todo el personal es consciente del hecho de que el hospital debe tener un laboratorio específico de diagnóstico para el virus de Ébola, antes de su reapertura. Con este laboratorio podríamos tener los resultados de los análisis en unas pocas horas, lo que facilitaría de forma rápida y sencilla el diagnóstico reduciendo así los riesgos de infección. Sin duda también reduciría los casos sospechosos de Ébola en cuarentena y reduciría el número de pacientes en espera del resultado de la prueba (actualmente se tarda un par de días para obtener la respuesta). Asimismo, se conseguiría el envío de la unidad de tratamiento inmediato a los casos confirmados y aumentar sus posibilidades de supervivencia. Mientras estamos trabajando en el espacio que acogerá el laboratorio y sabemos que nuestros compañeros de CTF están trabajando de forma acelerada en Roma para enviarnos los medios diagnósticos cuanto antes. Somos optimistas de que esto será una realidad pronto. Por otra parte, ya hemos recibido material sanitario y otros suministros necesarios para la reapertura del hospital. Es agradable ver llegar estos suministros pero también supone mucho trabajo para asegurarnos que todo lo recibido se envasa y almacena de forma adecuada. El clima hace que sea especialmente difícil la gestión de la descarga de mercancías.

"Sólo en cinco días ha habido 133 nuevos casos en el distrito de Bombali".

Mientras tanto el Ébola sigue cobrándose víctimas. Sólo en los cinco primeros días de noviembre, se han diagnosticado 58 nuevos casos en el Distrito de Bombali, y un total de 133 se han confirmado en toda la Provincia del Norte (5 distritos).
Mientras tanto, desde CTF, también estamos trabajando con otras asociaciones la diócesis de Makeni prestando apoyo en la distribución de alimentos básicos y otros enseres a familias en cuarentena. Además estamos desarrollando un programa de apoyo psicosocial para ayudar a todos aquellos que están involucrados de alguna manera en los casos de Ébola, pero especialmente con los pacientes que han sobrevivido. La reincorporación a su comunidad local no está siendo nada fácil. La gente tiene miedo de ellos, incluso si se han recuperado por completo y cuentan con un informe de alta que certifique que han sido dados de alta y no son un riesgo para la comunidad. La reincorporación al trabajo también está siendo muy difícil.

¿Quieres colaborar?

Los religiosos camilos, a través de la en el siguiente enlace. ¡Gracias por su ayuda!