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01/04/10

Congreso Internacional “La humanización de la salud en un contexto multicultural”

Organizado por el Secretariado para el Ministerio de la Orden de Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos), representado por el P. Paolo Guarise, se celebró en Roma los días 8, 9 y 10 de marzo el Congreso Internacional "La humanización de la salud en un contexto multicultural". El objetivo general del congreso es el de desarrollar un horizonte común de actuación y de comprensión sobre el tema de la humanización de la salud y sobre la contribución de la tradición cristiano católica en ese contexto. En el congreso, se busco la interconexión entre las diferentes perspectivas y contextos de donde venían los 123 participantes (religiosos/as, sacerdotes y seglares), de 15 diferentes países. Representando a España estuvieron presentes el P. Eusebio Rodríguez, que fue públicamente mencionado por ser uno de los pocos participantes con más de 40 años de trabajo en la asistencia religiosa a los enfermos en un mismo hospital, el P. Dionisio Manso, el Diacono Luís Armando y Marlene Verherbrugghen, asistente espiritual en el Hospital- Residencia San Camil de Sant Pere de Ribes (Barcelona). Los resultados de la conferencia se establecieron en una declaración, cuyos puntos principales son:
  1. La humanización de la salud debe centrarse en la relación de cuidado, que debe estar en el corazón del cuidar y del curar. La humanización es una intención y un valor importante, no sólo un medio sino también un fin en sí misma. Esa relación de cuidado es mutua, porque tanto los cuidadores como los receptores del cuidado son personas vulnerables. Estas relaciones son recíprocas y, al mismo tiempo, asimétricas. La humanización de la salud de ser el camino para la mejoría del bienestar físico, psicológico, social y espiritual dentro de las relaciones de cuidado.
  2. La humanización se basa en una cosmovisión particular de la dignidad humana. Como católicos tenemos en cuenta la dignidad humana como un valor intrínseco, porque hemos sido creados a imagen de Dios. Esto debe ser la visión de la persona sobre sí mismo, pero también sobre aquellos a quién encontramos cotidianamente.
  3. Inspirados por esta tradición de la fe, hombres y mujeres de todos los tiempos comprendieron la necesidad de atender y de cuidar a los seres humanos. Todos nosotros estamos llamados a ofrecer una atención amorosa y calificada a las personas necesitadas.
  4. Para hacer esto posible tenemos de ser conscientes de nuestro propio viaje espiritual, pues la persona es tan importante como los conocimientos que hemos adquirido. Debemos trabajar para crear las condiciones que hagan la humanización una realidad en nuestras organizaciones.
  5. Nos comprometemos a continuar este proceso en el futuro, en cooperación con todas las personas y organizaciones que respaldan el concepto de humanización de la salud.